El balance, luego de los amistosos que disputó la Selección ante Francia (triunfo 3-2) y Australia (empate 0-0), en territorio europeo, es positivo. En La Amarilla se evidenció esa hambre de gloria que tanto se necesita previo a la disputa de un Mundial.
Pero como siempre, aún hay cosas por corregir. Los dos encuentros dejaron certezas —algunas muy positivas— y dudas en el seno de la Selección, que el DT José Pékerman deberá pulir y resolver a 77 días del inicio del Mundial.