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Billetes prácticamente agotados, infraestructuras a punto y plan de transporte casi operativo: a seis meses de albergar el Ryder Cup de golf en el Golf National (suroeste de París, del 28 al 30 de septiembre), los organizadores lo tienen casi todo a punto para este evento planetario.

Con un presupuesto de algo más de siete millones de euros, las obras de acondicionamiento del Golf National de Saint Quentin en Yvelines comenzaron en 2015 y acabaron justo a tiempo para albergar el Abierto de Francia en junio de 2016, por lo que el campo donde se enfrentarán europeos y norteamericanos está listo.

El sistema de drenaje se renovó 'para evitar interrupciones del juego' en caso de fuertes lluvias, explicó a la AFP el patrón de la organización del evento, Pascal Grizot. También se sustituyó el sistema de riego para disminuir el consumo de agua.

Dos plataformas están acabándose de instalar para albergar a más de 250.000 espectadores durante el evento, por los 30.000 que se pueden dar cita en un torneo del circuito europeo.

La venta de entradas se inició en octubre pasado y prácticamente ya no quedan boletos. La Federación Francesa de Golf (FFG) se había reservado un 40% y ya ha vendido todo y algo similar ha ocurrido con los billetes que se pusieron a la venta a nivel internacional.

De ese cupo de billetes para el público internacional, los británicos se han quedado con un 30%, por un 15% para los estadounidenses. 'Ninguna Ryder Cup disputada en Europa habrá reunido a tantos norteamericanos', se felicitó Grizot.

Entre los aspectos que quedan por poner en marcha, está el sistema de transporte, con autobuses lanzadera desde las estaciones de tren de Saint Quentin en Yvelines y de Massy Palaiseau, así como cuatro zonas de aparcamiento alrededor del Golf National.

Los organizadores tratarán de convencer a los espectadores que se desplacen en transporte público y para motivarlos ofrecerán un 'billete' para toda la semana por unos 40 euros.

'Quedan aún algunos pequeños detalles, pero nada que pueda desembocar en un bloqueo. Lo más gordo ahora será el plan de seguridad. Está directamente dirigido por la prefectura de la región, la prefectura de policía de París y el ministerio del Interior', apunta Grizot.

¿Jugará Woods?

En el plano deportivo, la gran duda que queda por resolver es si la estrella del golf norteamericano Tiger Woods disputará la Ryder Cup, tercer acontecimiento deportivo más seguido en el planeta tras los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol.

Es la gran pregunta que se hace el mundo del golf y que puede empezar a resolverse a partir del 5 de abril, cuando comienza la disputa del Masters de Augusta, el primer torneo del Grand Slam de la temporada.

'Para el golf es mejor que Tiger Woods juegue. Sería un enorme plus para la Ryder Cup, si fuera capaz de volver a estar entre los doce mejores estadounidenses', admitió a la AFP el capitán europeo, el danés Thomas Bjorn.

'Si estuviera de vuelta al mejor nivel y formara parte del equipo estadounidense aportaría mucho (...) Es la última superestrella y es importante para nuestro deporte', añadió.

Al menos, la presencia de Woods está asegurada ya que este mismo lunes fue designado como subcapitán del equipo norteamericano.

Otro exnúmero uno, el norirlandés Rory McIlroy parece que se reencuentra con su mejor nivel y acaba de ganar el Arnold Palmer Invitational, su primer título en el circuito estadounidense en los últimos 18 meses.

Entre McIlroy (4) y Woods (14) totalizan 18 torneos del Grand Slam y serían dos imanes mediáticos inestimables.