La Juventus, ganadora de las tres últimas ediciones del torneo y que venció de nuevo 1-0 al Atalanta, y el Milan, que superó en la tanda de penales (5-4 tras 0-0) al Lazio, se clasificaron este miércoles para la final de la Copa de Italia.
La cita está servida: los dos históricos disputarán un choque de prestigio el 9 de mayo en el estadio Olímpico de Roma, donde la 'Juve' aspira a encadenar un cuarto título consecutivo en este torneo.
Para llegar a la final, la Juventus venció 1-0 en casa al Atalanta, un resultado idéntico al que los turineses habían conseguido en la ida en Bérgamo.
Bajo la nieve, los hombres de Massimiliano Allegri supieron controlar a sus rivales y asestaron el golpe definitivo en el minuto 75, con un tanto de penal del bosnio Miralem Pjanic, que sirvió en un partido en el que su equipo tenía bajas importantes como las del argentino Gonzalo Higuaín -autor del gol del triunfo en la ida-, además del colombiano Juan Cuadrado, Federico Bernardeschi o Mattia De Sciglio.
'Bravo a mis muchachos por lo que han hecho esta noche y por lo que han hecho en lo que va de temporada', aplaudió Allegri.
Juventus y Atalanta debían haberse enfrentado también en Turín el pasado domingo, pero entonces el estado del césped tras una fuerte nevada hizo que el choque fuera aplazado, lo que permitió que el Nápoles, líder, se distanciara provisionalmente con 4 puntos más que los 'bianconeri', segundos, al ganar el lunes por 5 a 0 en Cagliari en la Serie A.
En la 'Coppa', el Nápoles había quedado apeado en los cuartos de final precisamente por el Atalanta.
La Juventus jugará su cuarta final seguida en la Copa de Italia, en busca igualmente de un cuarto título consecutivo, que no tiene precedentes en el torneo. En total es su decimoctava final copera, donde lidera el palmarés con 12 títulos, mientras que el Milan lleva 5 -el último en 2003-.
Ola de frío
La nieve amenazaba también el partido ante el Atalanta de este miércoles y los copos cayeron durante el partido, pero sin impedir esta vez la disputa del mismo. El choque, eso sí, se jugó con bajísimas temperaturas, en medio de la ola de frío siberiano que atraviesa Europa.
El Atalanta buscó la remontada y pudo haber igualado la eliminatoria en el 64, cuando Gianluigi Buffon conseguió desviar un tiro del argentino Alejandro 'Papu' Gómez.
En un momento en el que los de Bérgamo parecían capaces de marcar y forzar la prórroga, el francés Blaise Matuidi, de regreso de una lesión en un muslo, fue derribado en el área, el árbitro decretó penal y Pjanic firmó el único gol del partido, suficiente para sellar el pasaporte a la final.
Por su parte, Lazio y Milan empataron 0-0, el mismo resultado que habían registrado en la ida en San Siro. Todo se decidió en la tanda de penales, donde la fortuna sonrió a los 'rossoneri' (5-4).
El Milan tuvo premio a sus esfuerzos, en un partido en el que terminó siendo superior y donde estuvo incluso a punto de ganar en la parte final de la prórroga, pero el croata Nikola Kalinic no pudo acercar en un mano a mano con el arquero griego Thomas Strakosha en el 117.