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La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) no fue capaz de elegir un presidente, este lunes en Roma, y acentúa la crisis en el fútbol del país, dos meses y medio después de la eliminación de la Nazionale en la repesca europea para el Mundial de Rusia 2018.

Después de cuatro rondas de votación en una asamblea general, en una nueva jornada marcada por las conversaciones, ninguno de los tres candidatos -el presidente de la Liga Amateur (LND) Cosimo Sibilia, el presidente de la Lega Pro (3ª división) Gabriele Gravina y el del Sindicato de Jugadores Profesionales(AIC) Damiano Tommasi - obtuvo la mayoría.

Los tres candidatos aspiraban a suceder a Carlo Tavecchio, que dimitió tras la eliminación del equipo nacional en la carrera al Mundial, competición que Italia se perderá por primera vez desde 1958.

El resultado de la elección de este lunes previsiblemente provocará que la FIGC sea puesta bajo tutela del Comité Olímpico Italiano (Coni), cuyo presidente Giovanni Malago había solicitado el domingo que se aplazara la elección.

Malago señaló que lo más prudente era aplazar la elección tres meses, hasta que la Serie A (primera división) eligiera su presidente. Desde hace varios meses está bajo tutela de la FIGC y dirigida de forma interina por Tavecchio.

Actualmente Italia no tiene presidente de la federación, presidente de la Serie A ni seleccionador.