La vigente campeona del Abierto de tenis de Australia, la estadounidense Serena Williams, anunció ayer que no participará en dicho torneo, al considerar que aún no está al nivel necesario tras su maternidad.
Este es un nuevo golpe al primer Grand Slam del año, después de las renuncias del británico Andy Murray y del japonés Kei Nishikori el jueves.
La ganadora de 23 Grand Slam regresó el mes pasado a las pistas, tras casi un año alejada de ellas, en el torneo de exhibición de Abu Dabi, en el que perdió frente a la letona Jelena Ostapenko.
Su último partido en una competición antes de eso había sido en la final del Abierto de Australia, hace un año, en la que ganó a pesar de estar embarazada ya de dos meses.
'Después de competir en Abu Dabi me di cuenta de que, aunque estoy muy cerca, aún no me encuentro donde personalmente me gustaría estar', dijo en un comunicado la deportista de 36 años.
El torneo se inicia el 15 de enero en Melbourne.