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Hay jugadores que pasan a la historia por sus títulos individuales y grupales, otros por su calidad técnica, la cantidad de partidos jugados o el número de goles anotados, rompiendo marcas en los distintos clubes el mundo. Pero Sebastián Abreu es distinto, por algo lo llaman ‘El Loco’.

El atacante uruguayo, de 41 años, famoso por sus peculiares cobros de tiro penal a lo Panenka, registró un nuevo ‘Record Guinness’: ser el jugador que ha militado en más equipos, tras firmar el pasado martes con el Audax Italiano de Chile, club número 26 en su dilatada y más que aceptable carrera deportiva.

'Les informo que el Audax será mi club para la temporada 2018, que tendremos por delante Liga, Copa de Chile y Sudamericana, siendo mi décima séptima participación con equipos a nivel Conmebol. El 9 de enero comenzará la pretemporada con mucha ilusión y sueños', escribió emocionado el charrúa en su cuenta oficial de Twitter.

Y es que Abreu siempre se ha caracterizado por sus excentricidades. ‘El Loco’, como fue apodado en su paso por San Lorenzo de Almagro —por su gusto particular de escuchar música a todo volumen y ser demasiado bromista en el vestuario—, se propuso, desde hace un tiempo, superar el record impuesto en 2009 por el ex arquero alemán Lutz Pfannenstiel, quien jugó en 25 clubes, marca que el atacante uruguayo igualó este mismo año, cuando fichó por el Deportes Puerto Montt de Chile.

La historia de Abreu inició en 1994, cuando debutó en el Defensor Sporting de Uruguay, equipo con el que marcó 19 goles en 30 partidos jugados. Luego llegó su paso exitoso por San Lorenzo, donde su nombre comenzó a tomar fuerza, al destacarse nuevamente por su poder goleador, anotando 42 tantos en 75 encuentros disputados. Números que le sirvieron al charrúa para dar el salto al ‘Viejo Continente’, fichando por el Deportivo La Coruña de España, donde tuvo un paso negativo y fugaz (cuatro goles en 18 compromisos).

A partir de ahí vinieron los picos altos y bajos en la carrera deportiva de ‘El Loco’, que siempre utilizó el número 13 en su espalda. Se destacó en clubes como el Nacional de Uruguay; Tecos, Cruz Azul y Dorados de Sinaloa, en México; Botafogo (Brasil); Real Sociedad (España); River Plate y Rosario Central, en Argentina; Santa Tecla (El Salvador) y Deportes Puerto Montt (Chile).

Pero también tuvo varios pasos en falso, como, por ejemplo, en Gremio, Figueirense y Bangú, en el Brasil; América, Monterrey, San Luis y Tigres, en México; Beitar Jerusalén (Israel); Aris Salónica (Grecia); Aucas (Ecuador); Sol de América (Paraguay) y Central Español (Uruguay).

PERFIL

Nacido el 17 de octubre de 1976, Abreu conserva un excelente estado físico y su altura -más de 1,90 m- le ha valido una destacada carrera de goleador en juego aéreo. Lleva más de 400 goles en su carrera en clubes y 70 participaciones de selección.

Con Uruguay fue campeón de la Copa América 2011 en Argentina y jugó dos mundiales: el de Corea del Sur y Japón en 2002 y el de Sudáfrica.

El ‘Loco’ es un ídolo de la parcialidad uruguaya por su juego divertido y buen humor, y es recordado por haber picado el balón en una definición de penal clave para Uruguay ante Ghana en el Mundial de Sudáfrica 2010, que puso los pelos de punta a más de uno en el futbolero país rioplatense.

Con aquel gol en el que tomó carrera y suavemente mandó el balón a la red, con todos sus compañeros abrazados en el círculo central de la cancha, Abreu puso a Uruguay en semifinales del Mundial, entre los cuatro mejores del mundo.

En el 2018, el Loco tendrá la dura misión de guiar al Audax Italiano de Chile en la Copa Sudamericana, donde en primera fase enfrentará a uno de los clubes donde dejó huella, el Botafogo del Brasil. Allá, en Río de Janeiro, donde su rostro adorna un mural junto al resto de ídolos históricos del club, como Garrincha, Quarentinha, Heleno de Freitas, Didi, Nilton Santos, Jairzinho, Tulio Maravilha, entre otros, Abreu volverá a soltar toda esa locura que lo hizo famoso en el fútbol.