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Es como la mamá del grupo, esa a la que todas siguen y respetan. Los puños y las patadas no iba con ella, las peleas solo las veía en televisión. Creía que lo suyo era el voleibol, pero rápidamente se dio cuenta que su futuro estaba en un deporte de contacto. Stella Urango Martínez llegó al karate a los 18 años, por la tarde edad a la que llegó creía que pocos serían los logros.

Esta cordobesa de 36 años sacó su sangre de guerrera en su primera participación en un campeonato nacional, donde se colgó un bronce y ahí se dio cuenta que tenía madera dentro del tatami.

'Al principio lo tomé como una actividad física porque nunca pensé en esto. Esos de los puños y patadas solo lo veía en televisión, a medida que fui practicando me di cuenta de las habilidades que tenía. También me fui creyendo lo que me decía el entrenador. Yo era como guerrera por naturaleza, peleadora innata', sostiene con una tímida sonrisa la oriunda de Montería.

Stella sacó su casta en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta y fue la única del equipo colombiano que se colgó una medalla de oro en kumite individual en 55 kilogramos. Urango Martínez reconoce que el nivel de las demás competidoras estaba fuerte, pero considera que les faltó mayor preparación.

'Gracias a Dios pude regalarle la medalla de oro a Colombia. Tuvimos poca preparación. Los que salimos a Europa fue más por gestión de nosotros, pero faltó un poco más de gestión por parte de la Federación para darnos una buena preparación para estos Juegos Bolivarianos y acá se vieron los resultados', agregó.

Ya son 15 años de experiencia en el karate, su casa está llena de medallas que se ha ganado en todo tipo de campeonatos. Ahora su deseo está claro y espera seguir pegando duro para conseguir su objetivo. 'Soy una de las más veteranas y experimentadas del equipo. He sido campeona de los Juegos del ciclo olímpico, Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos, cuatro veces campeona panamericana, iberoamericana y ahora estoy disfrutando de este nuevo ciclo olímpico. Venía de dos años sin competir por una lesión de rodilla y ahorita nuevamente regresé y en lo más alto del podio', sostuvo.

Stella Urango va por más, no se rinde y antes de decirle adiós al karate quiere cubrirse de gloria, pero en unas olimpiadas. 'El karate me ha cambiado la vida. Mi meta es llegar a Tokio 2020 y figurar.