Compartir:

Un exfuncionario de fútbol argentino se suicidó el martes, el mismo día en que un empresario deportivo lo implicó en una red de corrupción de exjerarcas de Conmebol al declarar en un juicio en Nueva York, según informaron por la noche medios argentinos.

Alejandro Burzaco, expresidente de la empresa Torneos y Competencias (TyC), afirmó el martes ante un juez de Nueva York haber entregado millones de dólares a dos exfuncionarios argentinos, a cambio de los derechos de difusión de partidos de fútbol, indicaron el diario Clarín y La Nación en sus páginas de internet.

Jorge Delhon, uno de los dos exfuncionarios señalados por Burzaco, se suicidó el martes, tirándose abajo de un tren en un suburbio de Buenos Aires, informaron los diarios.

Según los informes de la prensa, Burzaco dijo que Jorge Delhon y Pablo Paladino eran encargados de cobrar los sobornos cuando trabajaban para el programa Fútbol Para Todos, un organismo del gobierno de la expresidenta Cristina Kirchner y tenedor de los derechos de difusión del fútbol en Argentina.

Burzaco afirmo también que Julio Grondona, quien fue presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) de los años 1970 hasta su muerte en 2014, estaba al tanto de todos los negocios ilícitos en el mundo del fútbol.

El empresario deportivo, uno de los 42 acusados en el megaescándalo FIFA que ahora colabora con la acusación, era mano derecha de Grondona y conocía todos los bastidores de la Conmebol, gracias a la cual amasó una fortuna.

Burzaco, quien se entregó a la justicia en noviembre de 2015 y aceptó pagar una compensación de 21 millones de dólares, fue interrogado por el fiscal Sam Nitze como testigo del gobierno en el juicio a tres poderosos exjerarcas del fútbol sudamericano a quien este empresario asegura haber pagado millonarios sobornos.

En una declaración de siete horas, el empresario implicó al expresidente de la Conmebol Juan Ángel Napout, de Paraguay, el exjefe del fútbol brasileño José Maria Marín y el exjefe del fútbol peruano Manuel Burga.

Burzaco, que intenta reducir su sentencia, relató que hasta 2015 la cúpula de la Conmebol negociaba sistemáticamente contratos que no le convenían, a cambio de sobornos que engordaban los bolsillos de los 10 presidentes de las federaciones sudamericanas.