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Las olas fuertes que van y vienen anuncian que la aventura en el mar estará cargada de mucha adrenalina. La Marina de Puerto Velero luce con un horizonte brillante, mientras los rayos del sol de la 1 de la tarde caen sobre la humanidad de 24 navegantes, que no pierden detalle alguno y están listos para zarpar. Sus embarcaciones están aún en tierra, pero ya listas para el encuentro con el agua.

Todos lucen concentrados en sus barcos, las velas están ajustadas, cada quien busca su mejor posición y se lanzan contra las olas. El agua comienza a calmarse y el inicio del recorrido no trae mayores traumas.

Colombia es un país privilegiado porque es la única nación de Suramérica con costas sobre el océano Pacífico y el Mar Caribe, pero, paradójicamente, los deportes náuticos son desconocidos en el país, en especial los que hacen parte del ciclo olímpico.

Barranquilla se prepara para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018 y Puerto Velero será la sede del deporte vela. 'Tenemos que dejar de darle la espalda al mar y navegar más. Este es un deporte completo y tenemos un nivel muy bueno en la clase sunfish. Necesitamos tener muchísimas más escuelas y dinámica para comenzar desde adentro y comenzar a subir el nivel para volver a hacer participaciones internacionales significativas. Salir a navegar es lo que nos da el nivel', apuntó Paula Douat, presidenta de la Federación Colombiana de Vela y Navegante.

Estos 24 deportistas que han llegado de varias regiones del país elogian el escenario con el que se han encontrado. 'Está es una cancha muy bonita y nos sirve como preparación a los que nosotros queremos. Además sus condiciones son muy parecidas a lo que nos vamos a encontrar en Santa Marta, en donde tendremos el primer reto de los Juegos Bolivarianos', sostuvo la antioqueña María Camila Crespo.

Dentro del velero lo más importantes es saber mantener el equilibrio y estar preparado para los vientos. A las competiciones de vela se les llama regata y el ganador es quien primero cumpla con el recorrido estipulado.

'Es un deporte que implica estar pendiente de diferentes variables, hay que estar atentos al viento, las olas y los competidores. Se trata de cumplir un recorrido en el menor tiempo posible sin que se contabilice el tiempo. Tienes que ganarles a los otros competidores por eso es tan importante el tema de competir unos con otros porque tú no te mides con un reloj sino con los competidores', Douat.

Las caídas no faltan, pero los navegantes sortean estos inconvenientes con su agilidad para retomar el rumbo. Puerto Velero está listo para la aventura en vela del próximo año, pero mientras llega la hora cero, Colombia madruga para no ‘ahogarse’ en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018.