Unos 2.000 policías estarán movilizados mañana en París para vigilar la llegada final del Tour de Francia de ciclismo, con un perímetro de seguridad rodeando los Campos Elíseos, indicó ayer la Prefectura de Policía en un comunicado.
'Casi 2.050 efectivos' trabajarán en la aglomeración urbana parisina 'para garantizar la seguridad de los espectadores y vigilar esta última etapa', precisó la Prefectura.
Habrá 'una zona de protección y de seguridad' en los Campos Elíseos, como en la edición del año pasado.
En ese perímetro se prohíbe la posesión y transporte de 'todos los objetos susceptibles de constituir un arma'.
Tampoco estará permitido el consumo de alcoholes fuertes en la zona, entre las 7h00 y las 21h00 locales.
El acceso del público se hará obligatoriamente por puntos de control y a las personas que se nieguen 'se les impedirá el acceso'.
Los agentes podrán proceder al control de identidad de 'cualquier persona, sea cual sea su comportamiento, así como a la inspección visual, control de bolsas y de vehículos', precisó.