El Tour de Francia de 2017 ya tiene su primera polémica, ligada al componente utilizado en la contrarreloj inaugural del sábado en Dusseldorf por cuatro corredores del Sky, entre ellos Chris Froome, aunque la clasificación fue confirmada oficialmente.
Dos equipos, el BMC y la FDJ, reprocharon el uso de 'un añadido aerodinámico' que sería contrario al reglamento. Su nombre, el Vortex.
Se trata de pequeñas bolitas de aire repartidas por el brazo y los hombros de los corredores, que permiten mejorar la aerodinámica.
Según el francés Frédéric Grappe, miembro del cuerpo técnico y de dirección del equipo FDJ, los corredores del Sky se habrían beneficiado de una ventaja de entre 18 y 25 segundos en los 14 kilómetros de la crono de la primera etapa.
Fabio Baldato, director deportivo del BMC, fue otro de los que hizo saber su malestar este domingo al inicio de la segunda etapa en Dusseldorf.
'El reglamento es muy claro', aseguró Grappe a un grupo de periodistas. 'Prohíbe todo añadido de elementos aerodinámicos en la vestimenta del corredor. El Sky cometió claramente una infracción'.
'Todo es legal y por supuesto fue verificado por los comisarios', declaró el director deportivo del SKY, Nicolas Portal.