Primera llegada en alto en el Giro de Italia del centenario, el Etna se presenta este martes como el primer duelo entre los grandes candidatos a la maglia rosa en Milán, el 28 de mayo, entre ellos el colombiano Nairo Quintana y el italiano Vincenzo Nibali.
La subida para acceder al Refugio Sapienza, el punto más alto de la carrera, a 1.892 metros de altura, es un trazado muy selectivo, propicio para los escaladores puros. 'Es un verdadero ascenso', asegura Nibali, que por haber crecido en Mesina es sensible, como todo buen siciliano, a la magia del emblemático volcán, el más activo de Europa.
El Giro ha llegado en tres ocasiones al Etna. La primera en 1967, cuando se impuso Franco Bitossi; después en 1989, con la meta a una altura inferior y triunfo del escalador portugués Acacio da Silva, por delante del colombiano Lucho Herrera.
Nibali considera que la subida hará una primera selección entre los más fuertes del pelotón, sobre todo tras una jornada de reposo, 'pero no será decisiva'.
'Se podrá ver quiénes son los pretendientes para la clasificación final', añadió el ‘Tiburón de Mesina’, ciudad a la que llegará el pelotón mañana, antes de entrar en la península y rodar hacia el norte.
Quintana, que este año pretende ganar Giro y Tour, lo que le convertiría en el octavo ciclista de la historia en conseguirlo, y el primero desde que lo lograse Marco Pantani en 1998, coincide con su rival en que la subida al Etna 'no será decisiva'.
'Pero será importante porque me dará un primer indicativo sobre mi estado de forma y sobre los verdaderos rivales en la clasificación general para la última semana', añadió el colombiano, que tras ganar la Tirreno-Adriático ha estado preparándose durante un mes y medio para el Giro.