Justin Kluivert, habitual en el once titular del Ajax Ámsterdam en las últimas semanas, es a sus 17 años un fenómeno de precocidad, como lo fue su padre, el legendario Patrick. Puede ser una pieza clave para su equipo en las semifinales de la Europa League ente el Lyon.
El equipo francés se desplaza el miércoles a Ámsterdam para jugar la ida de la segunda competición continental. Allí se encontrará con la calidad técnica de este atacante, calificado como un genio por la prensa holandesa, ávida por encontrar nuevos ídolos en el fútbol del país.
Su espejo no podría ser mejor. Patrick Kluivert es parte de la historia del fútbol holandés. Con 18 años, en 1995, se convirtió en el jugador más joven en marcar en una final de la Copa de Europa, al lograr el gol que dio el triunfo al Ajax sobre el Milan en Viena.
Justin es el segundo de los cuatro hijos del actual director deportivo del París Saint-Germain. 'El más dotado con el balón en el pie', señaló recientemente el semanario especializado Voetbal International.
Patrick debutó como profesional en el Ajax antes de cumplir los l8 años y luego triunfó principalmente en el Barcelona. Justin es todavía un adolescente que hace soñar a los aficionados del club.
Además tiene un perfil diferente al de su padre. Patrick era un delantero centro muy técnico, que aprovechaba su cuerpo (1,88 metros) y tenía un buen juego de cabeza.
Justin, por el contrario, juega normalmente en la banda derecha en el esquema 4-3-3 del mítico club holandés. El joven, que no ha terminado de crecer, mide 1,75.
Muestras de carácter
El actual entrenador del Ajax, Peter Bosz, califica al atacante como 'un producto puro del club, un jugador que es muy eficaz en el uno contra uno'.
Efectivamente Justin lleva desde los 10 años practicando sus driblings en la cantera del gigante de Ámsterdam, donde su padre le vigiló de cerca cuando ejerció como encargado de las categorías inferiores.
Junto con Matthijs de Ligt (17 años también), está llamado a ser el emblema del club de Johan Cruyff, huérfano de referentes en los últimos años.
Esta temporada suma 9 partidos en la Eredivisie (un gol, 19 de marzo) y 2 en la Europa League. Unos números todavía modestos y que invitan a la precaución.
Pero Justin ya exhibió que tiene carácter. En su reciente altercado con el jugador del PSV Jürgen Locadia mostró que era capaz de competir en un mundo de adultos.
'Soy joven, pero sé hacerme respetar. Aunque después del partido recupere la serenidad y pueda bromear con los que son mis adversarios en el campo', señaló.