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A cinco metros de la tumba del periodista deportivo Campo Elías Terán Dix está la de Rodrigo ‘Rocky’ Valdés sepultado ayer en el cementerio Jardines de Cartagena. Tres años y once meses después de la desaparición del famoso comunicador y alcalde, la muerte propició un reencuentro entre ambos.

Varias veces Campo Elías desgarró su garganta llenando de adjetivos a ‘la Fiera’ mientras este atinaba solo a mostrar sus iniciales acuñadas a sus dientes como tratando de sobreponerse al peso de los elogios.

Con el sol en su cenit, más de 500 personas acompañaron los restos mortales de ‘Rocky’ desafiando los 37 grados a la sombra, sin escatimar las salvas de aplausos que acompañaron la bajada del ataúd de la máquina del cuerpo de bomberos donde arribó hasta al camposanto y su corto recorrido hasta la fosa donde fue enterrado mientras el sonido agudo de la sirena de la máquina ensordecía.

La multitud bordeó la tumba guardando silencio mientras el profesor y abogado palenquero Gabino Hernández Cassiani contaba los episodios de vida de ‘Rocky’ que lo hicieron grande como ser humano.

'Me decía que lo acompañara al banco a cobrar la pensión, pero antes de salir le pedía al cajero que le cambiara cien miel pesos en billetes de dos mil pesos para tener algo que darle a todo el que le pidiera plata para cualquier menester', dijo quien ofició en el papel de un sacerdote o pastor durante la ceremonia.

Anunciado desde las 10 mañana cuando partió desde la funeraria, el cortejo fúnebre llegó al cementerio pasadas las 12 del mediodía luego que los despojos del ídolo deportivo fueran llevados a la parte trasera del Mercado de Bazurto y después de un recorrido a pie por algunas calles del tradicional barrio Olaya Herrera.

El número de su tumba es el 24. Desde el momento que fue sepultado, algunas ‘pitonisas’ de la suerte evocaron que el par de dígitos sumados a la fecha de ayer, 17, es un bonito número para cogerlo en el chance.