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Un relato posterior a los hechos en la voz de Édgar Perea, retumbaba contras las paredes del coliseo Bernardo Caraballo, el inmueble del barrio Paseo de Bolívar, donde este jueves un poco más de cincuenta personas acompañaron a la familia del doble excampeón mundial de las 160 libras Rodrigo Valdés Hernández en la cámara ardiente antes de su sepultura en la mañana de hoy.

Los contundentes ganchos de ‘Rocky’ a la zona media y el que le dio en la cabeza paralizando a Bennie Briscoe, para que terminara cayendo como un edificio dinamitado, eran descritos en la voz del ‘Campeón’ mientras los asistentes caminaban los veinte metros que separan la puerta principal del lugar donde se encontraba el ataúd con el cuerpo sin vida de ‘la Fiera’, el otro apodo con el que se conoció a Valdés, en la mitad del maderamen del coliseo.

Impecable como si fuera a la primera comunión de sus nietos, Antonio Cervantes Reyes ‘Kid Pambelé’ atendía a un reportero de televisión mientras su pierna izquierda se mantenía inquieta.

‘Pambe’ le bajó los decibeles acostumbrados a su atronadora voz para estar acorde al momento luctuoso, mientras atendía a todos los periodistas de televisión, radio y prensa que lo vieron como el primer asistente de importancia en llegar al recinto.

'Era un gran amigo, compartí mucho con él cuando el Mercado de Bazurto estaba en Getsemaní, cuando jugaba dominó en San Andresito y como un gran campeón de los pesos medianos. Él fue guapo, golpe a golpe no le ganaba nadie. Rodrigo vacilaba con toda la gente. Sufrió bastante con el tema del azúcar en la sangre', recordó el salón de la fama.