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'Los golpes duelen, pero más si son fuera del ring. Enseñan mucho y yo pasé por momentos duros. Gracias a ellos me esmeré para estar acá', expresa Brandon ‘la Maravilla’ Valdés, quien hace 20 días entrena en Los Ángeles ante la mirada del promotor César García quien lo tiene amparado en los Estados Unidos en el gimnasio Black House. Llegar a Golden Boy Promotions, es el sueño del púgil de 19 años oriundo del barrio Villa del Carmen, en Soledad.

En el anonimato, el boxeador barranquillero, hoy con 18 años (3 de septiembre), intenta alojar su pasado engorroso. Faltaba la comida, lloraba junto a sus padres y hace unos años ganó una medalla en un certamen y le tocó llevársela a su padre, Edwin Valdés, hasta la Penitenciaria de El Bosque.

'Estas cosas malas que me han pasado me llenaron de valor para no cometer esos mismos errores. Seguro más adelante, cuando piense en eso, me dará risa. Con el favor de Dios no vendrán más necesidades sino muchas bendiciones. Poder hacer mucha plata es lo que queremos para seguir adelante y ayudar a mi familia', destacó Valdés en diálogo con EL HERALDO.

'Mis puños son de esperanza para mí y mi familia. Acá hace mucho frío y no fue fácil dejar a mi esposa y mis dos hijas', agrega el pegador que saltó a profesional el año pasado y registra siete triunfos, tres por la vía del sueño y cuatro por decisión.

Brandon vive y entrena junto al cordobés Óscar Negrete. Todos los días anda con un buzo, guantes y un pasamontañas. Sigue al pie de la letra los consejos del pegador de 29 años.

'Negrete me dice que le dé duro al boxeo. Que los colombianos tenemos madera y que nunca decaiga y que piense siempre en que lo que hago es por mi familia'.

Brandon, que asiste al mismo gimnasio donde lo hace Timothy Bradley, espera tener pronto, cuanto su proceso de adaptación esté culminado, un combate para demostrar su talento con los nudillos.

'Ya estamos casi adaptados. La idea es buscar combates para que me vean', concluyó.