Para Freddy Jinete Daza, con la muerte de Mike Schmulson, se van muchos momentos que trascendieron en la pelota caliente nacional y el contacto de la costa Caribe con las Grandes Ligas
'Él fue el primero que comenzó a utilizar el concepto del número mágico en las transmisiones de béisbol en Colombia. Su permanente contacto con los Estados Unidos le dio esa ventaja sobre los demás. Fue un adelantado para todos nosotros', contó el locutor de Caracol Radio.
Uno de los momentos que más recordó para EL HERALDO fue cuando Mike, en calidad de gerente del equipo de Cerveza Águila entre los años 1981 y 1982 'lanzó una bomba' que hizo un 'hueco' en la carretera La Cordialidad.
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'Recuerdo que dijo que él se llevaría a Joaquín Gutiérrez para Barranquilla para hacer un cuadro de lujo en la novena cervecera en aquellas temporadas que fueron muy emotivas en el país. Al final, lo hizo pese a todas las críticas. Creo que el canal debe seguir con las transmisiones como un homenaje al legado de un hombre que marcó nuestras vidas', dijo Jinete Daza.
El cronista de béisbol cartagenero afirmó que para los amantes de las Grandes Ligas queda una gran incertidumbre: '¿Qué va a pasar con las transmisiones de MLB en Telecaribe?'.
'Él tenía los derechos hasta para transmitir la Serie Mundial, algo que cadenas en los mismos Estados Unidos no tenían y luchaban cada año. Esperemos que haya voluntad de parte del canal regional para seguir con las Grandes Ligas', dijo William Marrugo, gerente del equipo Indios de Cartagena.
Eugenio Baena Calvo lo calificó como un hombre dueño de una sabiduría sin límites en materia de béisbol.
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'Su capacidad de recordar una situación de juego en especial lo hacía con una precisión casi cibernética. Tenía una amplia cultura, no había tema que no pudiera tocar gracias a su capacidad producto de su educación. Dentro de esa apariencia de alemán rígido, serio y frío existía un hombre fino, bondadoso y amigo de todos. Se nos fue un hombre genial', recordó Baena.
Pero con Mauricio Portnoy Cantillo, hombre de radio local (Noticiero El Vigía de Todelar), Mike compartía una afición que pocos conocían.
'Le gustaban los pájaros como a mí. Con un amigo en común (Marcos Pérez) me mandó a decir, la última vez que vino a lo del libro, que quería comprarme un pájaro, yo le dije que ni se le ocurriera, que yo se lo regalaba. Pero Mike era un hombre noble, me insistió en que se lo vendiera. La verdad tengo el alma arrugada. Se fue un hombre que marcó la historia del béisbol en el país', dijo.