El Atlético de Madrid sufrió su segunda derrota seguida en la Liga en el derbi contra el Real Madrid, en un duelo en el que completó su peor primer tiempo de la temporada, se sintió superado tácticamente, mostró fragilidad defensiva, su rival apagó sus individualidades ofensivas y perdió la posesión del balón en la primera parte, tras unos buenos diez minutos iniciales.
Las claves de la derrota 0-3 del Atlético de Madrid en el último derbi de la historia en el Vicente Calderón fueron:
1 - Superado tácticamente: El Atlético nunca encontró el camino correcto en el partido. Ni de inicio, cuando partió desde el 4-4-2, ni después con las modificaciones que incluyó de posiciones o dibujo el técnico argentino Diego Simeone. No le salió ningún plan y no tuvo respuestas ni sobre el campo ni desde el banquillo. Perdió los espacios, el balón y pudo jugar poco en campo contrario. Nunca halló la fórmula de frenar el juego entre líneas de un decisivo Isco Alarcón, que desequilibró al equipo rojiblanco en muchas ocasiones, ni la manera de abordar el sistema de ayudas defensivas de su rival. El Atlético corrió ocho kilómetros más, pero con menos sentido.
2 - El peor primer tiempo del curso: El Atlético jugó al ritmo y a lo quería el Real Madrid casi toda la primera parte, salvo los diez primeros minutos del encuentro. Sometido por la posesión de su adversario, sin capacidad de salir ni al ataque ni al contragolpe, arrinconado atrás, endeble defensivamente y, sobre todo, sin un solo tiro a portería antes del descanso, el equipo rojiblanco fue irreconocible durante todo el primer acto del derbi del Calderón.
3 - Fragilidad defensiva: Es uno de los asuntos que más marcan las últimas semanas en el Atlético, con nueve goles en contra en sus cinco encuentros más recientes. Antes era impenetrable, ahora es más vulnerable. Su sistema defensivo fue superado por el Real Madrid. Ni sus laterales ni sus centrales ofrecieron el nivel habitual, desbordados por momentos. Un contragolpe de la nada, de un despeje, originó el penalti del 0-2 que frustró cualquier reacción.
4 - Individualidades ofensivas apagadas: El Atlético perdió los duelos individuales y todo el choque colectivo. En ataque ni el francés Antoine Griezmann, su máximo goleador; ni Fernando Torres, sin opción de remate; ni el belga Yannick Carrasco, acechado por dos rivales siempre, entraron apenas en acción, bien anulados por la aplicación defensiva del Real Madrid. En la banda derecha, Saúl fue intranscendente, sin apenas llegada al área, salvo en una volea. Sólo en el tramo inicial del segundo tiempo tuvieron más participación.
5 - La pérdida de la posesión: El Atlético salió intenso, con una buena presión sobre los centrales rivales que generó muchas dificultades al conjunto blanco en los primeros diez minutos. Pero, en cuanto se quedó sin la posesión de la pelota, controlada desde entonces por el Real Madrid, cedió la iniciativa de jugar en campo contrario, se echó demasiado atrás y no tuvo apenas opción de salir. En la segunda parte, cuando la recuperó, se acercó más al gol.