La vida está llena de oportunidades, está de parte de cada quien aprovecharlas, y eso es lo que trata de hacer Carlos Arroyo, un joven barranquillero de 20 años que actúa en el Sevilla C, el tercer equipo del cuadro andaluz, hoy líder de la Liga española bajo el mando del técnico argentino Jorge Sampaoli.
Arroyo llegó a prueba en abril, procedente del Real Cartagena, donde hizo su debut como profesional el año anterior, de la mano del técnico Hubert Bodhert. Allá estuvo dos meses y en agosto lo llamaron para darle la noticia de que había pasado los exámenes y que debía reportarse en España para firmar contrato con el equipo Nervión.
Ahí trata de sobresalir en medio de españoles, siendo el único extranjero del equipo. 'Poco a poco me voy abriendo campo. Al principio fue duro, aunque pensé que sería mucho más difícil. Me han tratado muy bien, me han hecho sentir como un español más y eso me ha ayudado mucho en mi proceso de formación', afirma.
Este barranquillero, hincha de Junior, y que tuvo la oportunidad de trabajar junto a Bodhert y Giovanni Hernández en el Real Cartagena, cuenta cómo fue su proceso de formación en la Arenosa.
'Me formé en ‘Toto’ Rubio y Atlético Colombia. Mi debut como profesional fue el año pasado con el Real Cartagena, en un partido con el América en el torneo de la ‘B’. Este año trabajé con el profe Giovanni Hernández hasta el mes de abril. Mi padre, que es mi representante, a través de su agencia, Black Tower Agency, logró conseguirme una oportunidad para venirme a probar en el Sevilla... y aquí estoy, tratando de aprovechar esta linda oportunidad que me brinda la vida'.
Arroyo está agradecido por la huella que dejó Carlos Bacca en Sevilla. Según su opinión, la labor del porteño cambió la imagen del jugador colombiano en España. 'Bacca es ídolo en Sevilla, acá lo recuerdan mucho. Dejó una huella inmensa. La imagen del jugador colombiano cambió gracias a su labor. Ahora nos miran distinto, confían en nuestras capacidades', afirma.
El volante barranquillero tiene, semanalmente, la oportunidad de rozarse con el plantel principal del Sevilla. Su equipo sirve de sparring de los de Sampaoli, una experiencia que disfruta al máximo.
'Es una experiencia gratificante. Tener tan cerca a jugadores que hasta hace poco solo podías admirarlos por televisión y ahora convives con ellos, al punto de verlos todos los días, es algo que te llena de orgullo y te dice que has hecho las cosas bien para llegar hasta acá' expresa.
Carlos Arroyo se abre paso en el Sevilla con un objetivo claro, emular los pasos de su compatriota Carlos Bacca. 'No es una tarea fácil, pero se vale luchar y soñar', concluye.