La belga Kirsten Flipkens proporcionó la primera sorpresa de Río 2016 al eliminar a la estadounidense Venus Williams, quinta favorita, en un partido dramático que ganó por (4-6, 6-3 y 7-6(5).
Los Juegos Olímpicos se quedaron sin una de sus campeonas. Venus, plagada de éxitos, con siete Grand Slam a sus espaldas sobresaliendo de su poblado palmarés, era uno de los cuatro tenistas que iniciaron el torneo con una medalla de oro entre sus logros.
Su hermana Serena, poseedora del título, es la única del cuadro femenino con esa condición. El español Rafael Nadal, primero en el podio en Pekín 2008 y Andy Murray, vencedor en Londres 2012, en el torneo masculino, son los otros dos.
A pesar de que se mantiene en las alturas del circuito Venus no es la tenista intimidadora de antaño. De hecho, incapaz de cerrar el partido, propició la reacción de la belga, 62 del mundo, con la que no coincidía desde el Abierto de Estados Unidos del 2013 y a la que había superado en dos de los tres enfrentamientos que habían disputado.
Ausente en Londres por una lesión, el título en Quebec en el 2007 es el único logro de la europea, que no se desmoronó a pesar de perder el primer set y que aprovechó el favor de la grada.
Empató el partido al ganar la segunda manga y no decayó a pesar de que Venus tenía la clasificación encarrilada con 4-2 en el marcador.
Flipkens, de 30 años, igualó el partido y se mantuvo de pie ante una rival que empezó a notar la presión y el cansancio. Pasadas las tres horas de partido, la belga amarró el triunfo. La checa Lucie Safarova, que batió a la italiana Karin Knapp, le espera en segunda ronda.