Compartir:

La selección polaca se metió por primera vez en su historia en los cuartos de final de una Eurocopa tras superar en los penaltis a una Suiza que mereció mucho más al mostrarse más emprendedora y dominar gran parte del partido, que acabó con empate a uno.

Krychowiak, centrocampista del Sevilla, se encargó de ejecutar el penalti de la victoria, el quinto y último de una tanda en la que los jugadores polacos no fallaron ninguno. Fue una injusta estocada final después de que Granit Shaka, traspasado por el Borussia Monchengladbach alemán al Arsenal inglés, hubiera fallado el único de su equipo enviando el balón fuera, a la grada.

La Eurocopa se queda sin la Suiza de Shaqiri, elegido el mejor jugador del partido, cuya impresionante chilena con la que empató el encuentro queda enmarcada para la posteridad. Sí avanza la Polonia de Lewandowski como primera en clasificarse en el torneo aunque la figura del Bayern Múnich siga sin estrenarse como goleador.

Los dos seleccionadores repitieron sus 'onces' de gala con los que finalizaron la fase de grupos. El polaco Nawalka, el que alineó contra Alemania (0-0); y el bosnio Petkovic, que entrena a Suiza, el que sacó de inicio ante Francia (0-0), con una excepción, dado que colocó en punta a Seferovic en vez de Embolo, que entraría en la segunda mitad.

Los dos equipos llegaban a octavos después de lograr dos sufridos empates sin goles ante dos de los grandes favoritos del torneo. La prudencia con la que encararon sus últimos compromisos se prolongó durante los primeros compases del partido.

Si bien Polonia a punto estuvo de dar un disgusto a la hinchada suiza nada más pitar el árbitro el inicio del partido. La zaga helvética se hizo un lío para sacar el balón ante la presión de Milik y Levandowki. El primero no marcó de milagro. Su disparo a puerta vacía se le fue alto.

Al margen de este primer susto, polacos y suizos arrancaron muy cautelosos, moviéndose en bloque. El único en crear peligro en la primera parte fue Grosicki. El lateral zurdo del Rennes fue un martirio para Lichtsteiner. Sus arrancadas dieron origen a las ocasiones más claras de gol. A los seis minutos conectó con Lewandowski, pero éste remató flojo a las manos del portero.

El delantero del Bayern Múnich se mostró muy activo presionando a la zaga suiza, pero sus ataques fueron estériles. Suiza también utilizó las bandas para inquietar a la defensa polaca con sus dos puñales Mehmedi y Shaqiri. Sin embargo, en ningún momento lograron encontrar a Seferovic, totalmente perdido entre los zagueros polacos.

Tras varios remates sin excesivo peligro para el portero suizo, Polonia logró finalmente marcar. Fue al borde del descanso en un contraataque que condujo con una gran carrera Grosicki. El zurdo del Rennes se internó en el área, cruzó el balón donde llegaba totalmente solo Blaszczykowski, que batió por debajo de las piernas a Sommer.

Tras el descanso, Suiza salió a por todas, con Shaqiri a la cabeza de la rebelión. Un fuerte disparo suyo obligó a Fabianski a intervenir por primera vez en el partido. Sin embargo, el bloque polaco siguió a lo suyo y respondió con la misma moneda, con un remate de Blaszczykowski que Sommer despejó como pudo.

La selección suiza al ver que se le escapaba el partido empezó a presionar al límite. Schar se ganó una tarjeta -que hubiese supuesto la suspensión para el partido de cuartos, si hubiesen pasado- por una durísima entrada a Lewandowski.

Faltando un cuarto de hora para el final Suiza tuvo su mejor ocasión para empatar. Rodríguez ejecutó de manera magistral un lanzamiento de falta con rosca pero se encontró con un Fabianski inmenso. El portero del Swansea sacó el balón con una espectacular estirada.

Petkovic hizo entonces tres rápidos cambios para tratar de darle la vuelta al partido. Introdujo a Embolo como segundo delantero e inyectó energía en la medular con la entrada de Derdiyok y Fernandes. La apuesta dio buen resultado porque a falta de diez minutos para el final Seferovic envió un balón al larguero y poco después Shaqiri marcó el gol del empate. Un increíble tanto de chilena desde el balcón del área que a buen seguro figurará entre los goles más espectaculares del torneo. El durísimo disparo acrobático del suizo de origen kosovar pegó en el palo y acabó en el fondo de la portería de un Fabianski que quedó petrificado.

Fue el primer gol que Polonia encajaba en la Eurocopa. Un merecido castigo dado que había bajado la intensidad de su juego tratando de administrar su mínima ventaja. Con un disparo de Xhaka desde treinta metros que detuvo el portero polaco sin problemas se llegó a la prórroga.

Polonia retomó el juego con el mismo once inicial. Nawalka seguía sin hacer cambios, frente a una Suiza que ya los había hecho todos. Hasta que no vio a Maczynski retorcerse en césped con calambres el seleccionador polaco no se decidió a mover ficha. Entonces introdujo a Jodlowiec y poco después a Peszko. La primera parte de la prórroga concluyó sin ocasiones claras de gol.

En la segunda, reapareció el Shaqiri con el que la hinchada suiza soñaba. El menudo centrocampista del Stoke City volvió loca a la defensa polaca con sus regates. Suiza tuvo contra las cuerdas a su rival en los últimos minutos. El portero polaco salvó entonces a su selección de la derrota al sacar con una impresionante parada un cabezazo de Fernandes. Lewandowski acabó achicando balones en el área.

Aunque, en el último minuto, Blaszczykowski a punto estuvo de marcar para Polonia. Pero entre Sommer y la defensa amarraron el empate y se llegó entonces a los penaltis en los que los jugadores polacos no perdonaron.