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Muhammad Ali era tan certero con sus puños como con sus palabras. 'Flota como una mariposa, pica como una abeja. Las manos no pueden golpear lo que los ojos no pueden ver', fue una de sus citas más repetidas hoy en Louisville (Kentucky), su ciudad natal, en los actos en su memoria.

Los actos del funeral del legendario púgil estadounidense Muhammad Ali, fallecido hace una semana los 74 años, comenzaron el jueves con una ceremonia por el rito islámico a la que acudieron miles de personas para decir adiós al féretro con el campeón.

'Entre los dólares y la dignidad, Ali escogió la dignidad', dijo Jesse Jackson, el reverendo, activista por los derechos civiles y amigo del boxeador a un reducido grupo de periodistas al presentar sus respetos a la puerta del Museo Muhammad Ali, en el centro de Louisville, tras asistir al funeral islámico por el legendario púgil.

Alí, que se cambió el nombre de Cassius Clay al convertirse al islam en 1964, 'nos dio coraje y nos dignificó como musulmanes estadounidenses', indicó Sherman Jackson, profesor de estudios islámicos de la Universidad del Sur de California en el funeral musulmán oficiado en el Kentucky Exposition Center en Louisville.

El lugar es el mismo donde Ali disputó la última pelea que ofreció en su ciudad natal, en 1961.

Entre los asistentes se encontraban el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el promotor de boxeo Don King, y el músico Yusuf Islam, antes conocido como Cat Stevens, entre otros.

Louisville, una ciudad de menos de un millón de habitantes que se encuentra a orillas del río Ohio, en el norte de Kentucky, está entregada a los actos de despedida del legendario campeón mundial.

Greg Fischer, alcalde de la ciudad, señaló en rueda de prensa que 'son unos momentos realmente agridulces' para sus conciudadanos.

'Todos hemos temido la muerte de 'El Campeón', pero al mismo tiempo sabíamos que finalmente llegaría. Era egoísta pensar que podríamos agarrarnos a él para siempre. Nuestro trabajo ahora es decirle adiós con la clase y la dignidad y el respeto que merece', subrayó.

Visiblemente emocionado se encontraba Sahid, de 32 años, venido desde Atlanta para rendir homenaje a quien calificó de su 'héroe'.