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Fernando Torres, delantero del Atlético de Madrid, disputará este sábado el partido de su vida, con la camiseta de su club de siempre, con la que vibró como aficionado, creció de niño, triunfó como futbolista y competirá en la final de la Liga de Campeones frente al Real Madrid por el título soñado.

'Estoy ante el partido mas importante que he jugado en mi vida', decía el atacante la semana pasada, ya con la vista invariablemente fija en el estadio de San Siro, en el desafío de los desafíos para cualquier futbolista y aficionado atlético por el trofeo de más prestigio para un equipo, el que le falta al club en su palmarés.

Torres lo ha ganado todo de jugador a nivel internacional. Ha sido doble campeón de Europa (2008 y 2012) y una vez del Mundo (2010) con la selección española, el primero de ellos con él como goleador decisivo en la final, y también ha ganado una Liga de Campeones (2012) y una Liga Europa (2013) en las filas del Chelsea.

Un sensacional palmarés, pero al que le falta algo fundamental para él: un título con el Atlético. 'Esa es mi ilusión. Uno de los motivos más importantes por los que yo volví fue por la ilusión de poder celebrar un título con el Atlético. Es lo que me falta', decía esta misma temporada, después de su vuelta al club en enero de 2015.

La oportunidad está ahí, además no cualquier trofeo, sino la competición más anhelada por el conjunto rojiblanco en los últimos 42 años, desde la final perdida en el estadio Heysel de Bruselas por aquel equipo con Adelardo Rodríguez, Luis Aragonés, José Eulogio Gárate... Leyendas a las que Torres admira, de las que ha escuchado consejos a lo largo de su imponente carrera desde que era un crío.

'El trabajo, el sacrificio, ser constante, si quieres algo debes saber que te va a costar mucho trabajo, pero que lo puedes conseguir, la lucha, ser compañero, entender que necesitas gente a tu lado y cuanto mejor cuides a los demás más gente tendrás a tu lado son valores que siempre he escuchado en la cantera', repasó hace un par de semanas durante un coloquio en la Agencia EFE.

'Siempre he encontrado veteranos, les he visto comportarse y me han dado consejos. Hoy entiendo muchas cosas que me decían Gárate, Luis Aragonés, Adelardo, que hablo mucho con él. Entiendo qué significan esos consejos. Creo mucho en elegir al equipo al que sigues en función de los valores que tienes como persona', añadió.

No había nacido en 1974, cuando el Atlético perdió su primera Copa de Europa; la segunda final del torneo en 2014, mientras él jugaba en el Chelsea, la vivió y la sufrió como un aficionado más ante la televisión, con nervios, con orgullo por su equipo, porque por muy lejos que estaba el Atlético era, es y será su equipo.

En la tercera, la del próximo sábado, parte como protagonista desde el once del argentino Diego Simeone, reforzado en la titularidad por su rendimiento, cargado de confianza con la continuidad que le ha dado el técnico en los últimos dos meses, desde donde ha surgido su mejor versión, con goles, con asistencias y soluciones.

Ha jugado 43 encuentros esta temporada, 25 de ellos de titular, de los que diez corresponden a abril y mayo, como también siete de sus doce tantos de esta campaña y dos de sus cuatro asistencias de este curso. Llega lanzado a la final de la Liga de Campeones, pero, más allá de las estadísticas, su transcendencia ha sido indudable.

'Los méritos son todos de Fernando. Supo sostener los momentos de dificultad que tuvo con su jerarquía y su trabajo, sobre todo en la constancia y en no doblar la muñeca nunca para pelear por un lugar. Y lo consiguió en base a rendimiento', repasó Simeone tras el anterior partido oficial, el 14 de mayo, con gol suyo al Celta.

'La primera vez que hablé con él le dije: 'no quiero que vengas como ídolo del club sino como el futbolista que eres'. Me pone muy contento verle en esta situación, porque, más allá del ídolo, nosotros necesitamos al futbolista. Y como futbolista está claro que estos últimos cuatro meses está en un nivel muy, muy bueno', agregó.

Desde su rendimiento incontestable, el mejor Torres afronta la final del sábado, a las puertas de un título con el Atlético, un reto apasionante para él, para el chico que nació, creció y triunfó de rojiblanco. El sábado juega el partido más importante de su vida.