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La grandeza de Stephen Curry como basquetbolista puede ser medida por sus números como tirador que imponen marcas y están cambiando el juego. Su inmensa popularidad deriva de algo menos tangible.

Mientras que muchas estrellas de la NBA dependen de una estatura poco común y una habilidad atlética que los aficionados promedio sólo pueden soñar, el juego de Curry se basa en las características que todo jugador informal puede trabajar: tiro, drible y pase.

La diferencia es que quizá nadie había puesto esas tres habilidades juntas de la misma manera en que Curry lo hizo el año pasado, mientras dominó en la duela e hizo de los alguna vez oprimidos Warriors de Golden State el equipo que todos deben ver en la NBA.

'La manera en la que juego tiene mucha habilidad, pero es algo que si ustedes van a la YMCA o a cualquier liga en todo el país, todos quieren tirar, todos quieren manejar el balón, hacer pases creativos y cosas de ese tipo', dijo Curry. 'Se puede trabajar en esas cosas. No todos tienen el salto vertical o los dones físicos para ser capaces de salir y hacer una clavada de molino y ese tipo de cosas. Ni siquiera yo puedo hacerlo'.

Eso es todo lo que Curry no es capaz de hacer en una duela de basquetbol. Su año increíble, en el que ganó el título de Jugador Más Valioso de la liga, guió a Golden State a su primer campeonato de la NBA en 40 años y ayudó a los Warriors a un récord de 24 victorias consecutivas para comenzar esta temporada, le valieron ser el atleta masculino del año 2015 para The Associated Press (AP).