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Su voz transpira ese deseo reprimido de ser campeona mundial. Cuatro intentos fallidos, lejos de su natal República Dominicana, convirtieron a Liliana Martínez en una luchadora incansable en busca de su mejor golpe antes de colgar los guantes: el cetro ecuménico del peso supergallo.

'Le digo a Liliana Palmera que debe tener cuidado conmigo', amenaza ‘la Fiera’ dominicana que llegará, el próximo 9 de octubre al Coliseo Mario de León de Cereté (Córdoba), a arrebatarle la corona a ‘la Tigresa’ Palmera en su tercera defensa.

Martínez, hoy con 31 años, entró al deporte de las ‘narices chatas’ por rebeldía en su niñez. En la escuela protagonizaba conflictos que la llevaron hasta el gimnasio de Ruddy Peña, su primer orientador.

'A ti te va bien en el boxeo, le voy a decir a mi hijo que te entrene', le dijo doña Aleida Peña, madre de Ruddy. Desde ese entonces Liliana se alejó de las veladas solamente cuando nacieron sus hijos Nashley (9 años) y Kevin (4 años), de resto siempre estuvo en guardia.

Es la actual campeona nacional en su país en las 126 libras. Su record está en 19 triunfos, 11 por la vía del nocaut y 14 derrotas. Ante su tocaya Liliana Palmera enfrentará por primera vez a una púgil colombiana.

'Me estoy preparando para hacer mi trabajo, se que ella irá hacia adelante y yo también haré lo mismo. Yo llevo un plan de pelea y con mi estrategia de tener un pie adelante, espero ganar', destacó Martínez.

'Mi carrera está un poco avanzada. A través de la edad me he entregado más en el boxeo. Mi entrenador (Narciso Martínez) me está llevando mejor', agrega con ilusión.

¿Será la quinta la vencida para Martínez? A Palmera, por ejemplo, le tocó aguantar 10 caídas para besar la gloria.