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Las dos se sienten seguras de alzar el fajín de campeonas. Liliana Palmera y su retadora panameña, Chanttall Martínez, se vieron ayer las caras por primera vez antes de su pelea de este viernes en el coliseo El Cangrejo, de San Antero, en donde estará en juego el título Mundial interino supergallo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

La expectativa por ver el careo se tornó candente puesto que en la mirada de las boxeadoras se notaba ansiedad de querer estar lo más pronto posible sobre el ensogado.

Palmera, quien defenderá el cinturón, reconoció la peligrosidad de su rival, pero dejó claro que el título no se lo quitan. 'Me encuentro bien, respeto a Chanttall porque fue campeona, pero el viernes defenderé lo mío y ella se irá con las manos vacías a Panamá'.

Chanttall también se defendió, ella confía en la preparación que ha tenido y afirmó que para su país se iba con el cinturón entre sus manos.

'Peleé con Jackie Nava y la primera vez me robaron, ese es otro nivel y ni siquiera cuando gané el título mundial tenía la preparación que ahora tengo, por eso, ese cinturón se va para Panamá', dijo la pugilista.

Palmera y Martínez sostendrán el combare estelar de la función pugilística que se cumplirá este viernes a partir de las 7 de la noche. Habrá cinco combates más.

Como caso anecdótico, pero a la vez muy común en la Costa Caribe, antes del careo entre las boxeadoras se fue el fluido eléctrico.