Compartir:

El ‘Tiburón’ Vincenzo Nibali pegó un buen bocado al Tour con un triunfo en solitario en la cima de la Toussuire que le permite soñar con un puesto en el podio, mientras que Nairo Quintana puso en apuros al líder Chris Froome y dejó abierta la puerta a la sorpresa en vísperas del Alpe D'Huez

Nibali, de 30 años y uno de los 6 ciclistas que han ganado en toda la historia las tres grandes, entró en meta con 44 segundos de adelanto sobre Nairo Quintana y 1.44 sobre Froome. A 2.26 llegaron Alejandro Valverde y Alberto Contador, los grandes perjudicados de la jornada.

A falta de la jornada del Alpe D'Huez, no solo Nibali aportó una pizca de necesario condimento a este Tour decantado para Froome. El colombiano Nairo Quintana apareció en escena, por fin, con un ataque al líder a 6'5 kilómetros de la cima. Tal vez tarde, el jefe del Movistar logró soltar al británico, por primera vez en apuros. En meta le robó 32 segundos.

Froome no se cebó cuando le dejó Quintana. Aguantó a distancia, siguió su ritmo e impidió un herida más profunda. Su renta con el colombiano bajó a 2.38, muy significativa aún por mucho que la próxima cita sea la del Alpe D'Huez. Al menos, en tan mítico ascenso el Tour espera que el colombiano queme las naves y que Nibali y Valverde se peleen por la tercera plaza.

La etapa no conoció tregua desde el banderazo de salida. El recorrido puso al pelotón en pleno ascenso al Col de Chaussy (1a). Purito se metió en la escapada para defender el maillot de puntos. Coronó en cabeza, pero luego el catalán desapareció de escena y no pudo impedir que el francés Bardet luciera su prenda.

Astana salió con aires de combate. Marcó el ritmo en la subida, donde atacó tímidamente Alberto Contador, reducido de inmediato por Alejandro Valverde. Más tarde en la Coix de Fer los hombres de Nibali dejaron clara la estrategia, que es la habitual en su jefe de filas, atacar cerca de la cima y lanzarse en la bajada.

Un ritmo que tuvo rédito, pues Froome se quedó sin su ayudante de lujo, Geraint Thomas. En esas estaba Nibali cuando al líder se le salió la cadena. El británico se bajó para arreglar el desperfecto y cuando levantó la cabeza el siciliano ya se había esfumado.

El líder seguía su placentero camino. Si fuera poco el trabajo de los hombres de Quintana y Valverde, pasaron al relevo el Tinkoff con Majka, con intenciones borrosas dado el estado de Contador, y el Lotto Jumbo, tal vez para guardar la sexta plaza de Gesink. Objetivos menores y maniobras estupendas para el Sky, precisamente el día que Froome se quedó sin escolta.

Pero, ?¡salió Nairo?¡. El más esperado, el único que le puede poner contra las cuerdas a Froome. Fue a 6,5 de meta. Primero una sacudida que seleccionó. La segunda, inmediata, para descolgar al maillot amarillo.

Quintana no miró atrás. Subió a fondo, logrando el ascenso a La Toussuire más rápido de la historia, con 44.28 minutos en 18 kilómetros. El de Cómbita se fue con ese gesto habitual pintado en su cara, el mismo para toda circunstancia. Tal vez se acordó tarde de atacar?. Froome si sacó la cara de sufrimiento. Por primera vez vio de lejos la matrícula de su único rival.