La selección de Jamaica avanzó por primera vez a la final de la Copa Oro y de paso acabó con el reinado de Estados Unidos, campeón de la pasada edición jugada en el 2013, que cayó hoy por 1-2 en la semifinal jugada en el estadio Georgia Dome, de Atlanta, ante más de 68.000 espectadores.
El duelo de entrenadores alemanes lo ganó Winfried Schaefer a Jürgen Klinsmann pues el tanto de Michael Bradley a los 47 minutos resultó insuficiente para desatar la remontada del equipo de las Barras y las Estrellas.
Jamaica dirimirá el título de la decimotercera edición de la Copa Oro con el ganador de la semifinal que más tarde jugarán las selecciones de Panamá y México en el mismo escenario en el que resultó perdedor Estados Unidos.
La final se jugará el domingo en el Lincoln Financial Field, de Filadelfia y el partido por el tercer puesto será un día antes.
Mattocks anotó de cabeza a los 30 minutos al superar en el salto al central John Brooks a la salida de un córner y cinco minutos después se consumó la sorpresa del torneo en un tiro libre que ejecutó con precisión Barnes por encima de la barrera, muy lejos del alcance del guardameta Brad Guzan.
Su colega jamaicano Ryan Thompson ofreció unas de cal y otras de arena pues al filo de los 45 minutos neutralizó una clara jugada de gol del ariete Clint Dempsey y dos minutos después de la reanudación soltó el balón que lanzó con potencia el media punta Aron Johhansson y lo dejó al alcance de Bradley para descontar.
Por este error Jamaica debió sufrir en el resto del encuentro ante un rival que adelantó sus líneas y se lanzó con todo al ataque.
La selección campeona del Caribe, que tuvo una preparación de lujo en la pasada Copa América, a la que llegó como invitada para enfrentar a Uruguay, Argentina y Paraguay, supo defender la pírrica ventaja con mucha fuerza física, cierto orden y mucha aplicación táctica.
La vuelta del centrocampista Je-Vaughn Watson y de Mattocks fue decisiva en la dirección del juego y en el peligro que su ataque generó sobre la portería de Estados Unidos, que puso más voluntad que buen juego, como hizo durante todo el torneo.