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Brasil invirtió miles de millones de dólares en la renovación y construcción de estadios para la Copa Mundial que se suponía iban a modernizar el fútbol. Un año después del torneo, sin embargo, el país sigue sin saber qué hacer con ellos.

Algunos de los 12 estadios del Mundial están recién siendo terminados. Otros ya han sido puestos a la venta.

El estadio Itaquerao de Sao Paulo no había sido terminado cuando se jugó allí el choque inaugural, que Brasil le ganó 3-1 a Croacia. Diez meses después, se están completando las obras.

El mes pasado se instalaron parte de las estructuras de vidrio del techo en este estadio de 450 millones de dólares. La asistencia a los partidos de Corinthians aumentó marcadamente, pero el club no puede usar el dinero extra porque todavía se están pagando las obras.