Arjen Robben, el jugador más destacado de la selección de Holanda en Brasil 2014, asumió el cambio de imagen de su equipo en el terreno de juego, con menos posesión y dominio, consensuado con el técnico Louis Van Gaal y, hasta ahora, con buenos resultados.
'Es verdad que estamos acostumbrados a jugar 4-3-3. Un fútbol de ataque con dos extremos. Pero creo que también hay que mirar la calidad de la plantilla. Hablamos mucho sobre eso con el entrenador y decidimos jugar un sistema ligeramente diferente. Creo que es circunstancial. No es tan dominante como estamos acostumbrados a jugar, pero sigue siendo muy bueno. Hemos jugado cuatro partidos y marcado 12 goles. Es bastante positivo', explicó el atacante.
La derrota en la final del 2010 es un estimulante más para el combinado orange. Robben prefiere no presionarse. 'Estamos todos juntos en esto y cuando se llega a una Copa del Mundo no es para disfrutar de la playa en Río. Estás para ganar partidos y llegar lo más lejos posible. No creo que las expectativas fueran muy altas antes del torneo. Podemos estar muy orgullosos de donde estamos', añadió.
Sobre su situación personal disfruta de un gran momento, clave para Holanda. 'Me siento muy fuerte. Me siento bien, en forma. Me divierto en el campo y disfruto de verdad. Esa es una sensación agradable. Mentalmente me siento muy bien. Puedo jugar mi fútbol y estoy muy feliz de poder ayudar al equipo', analizó. Efe