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La Alcaldía de Cartagena analiza la posibilidad de restringir la entrada de las llamadas ‘barras bravas’ de los equipos de fútbol de otras regiones del pías, que cumplen el calendario del torneo de la B y que semanalmente se enfrentan al onceno local, Real Cartagena.

La secretaria del Interior, María Elena Vélez, dijo que se estudia la posibilidad de ejercer unos controles en las vías de acceso a Cartagena para evitar que se repitan sucesos como el ocurrido la semana pasada, cuando cerca de un centenar de jóvenes protagonizó hechos violentos, en víspera de un encuentro futbolero.

Noventa adolescentes, que hacen parte de las ‘barras bravas’ del equipo Quindío, fueron detenidos por la Policía, luego de robar a un vendedor de alimentos, causar lesiones a hinchas del Real Cartagena y protagonizar disturbios en vía pública.

Al requisarlos se les encontraron cuarenta armas blancas. Para el traslado a su ciudad de origen hubo que ponerlos a disposición del Bienestar Familiar, que aportó cinco millones de pesos para el regreso. La Gobernación del Quindío hizo otro aporte.

La secretaria Vélez planteó que, en la antesala de los partidos del Real Cartagena, se haga una vigilancia especial en ‘las fronteras’, a fin de impedir que jóvenes armados amenacen la tranquilidad ciudadana.

Agregó que los decretos restringiendo el uso de armas y en el que se adoptan otras medidas para evitar enfrentamientos, siempre se hacen dos o tres días antes de los partidos, pero que ahora, ante lo ocurrido en días pasados, era necesario ampliar las disposiciones de seguridad.

Aseguró que los seguidores del Quindío llegaron varios días antes a la ciudad con el fin de conocer el mar y que en su estancia protagonizaron desórdenes callejeros.

La medida propuesta por la funcionaria del Distrito fue rechazada por el concejal del Polo Democrático, David Múnera, quien dijo que legalmente no se puede limitar la libre locomoción y movilización de las personas.