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La voz de Jhonatan Momo Romero se escucha apagada. El excampeón mundial de boxeo vuelve a tener como contrincante a las pandillas. Romero, quien reconoció que hizo parte de grupos delincuenciales, antes de consagrarse en la división supergallo, regresó al Distrito de Aguablanca, Cali, para estar cerca de su familia y pasar la época de fin de año con sus seres queridos, pero la violencia volvió a ponerlo contra las cuerdas.

Momo asegura que la semana pasada fue amenazado de muerte por grupos armados, que le pidieron que se alejara del barrio El Retiro, en donde viven su padres y en donde se crió. 'Me dijeron que andaban buscándome para matarme porque según ellos yo era quien le llevaba las armas a otro grupo armado. Me lo hicieron saber personalmente, además me dijeron que no me querían volver a ver por donde mis padres. Esta gente quiere joderme la carrera y que yo me vaya', sostuvo Momo algo temeroso.

Pese a las amenazas, el pugilista de 26 años sigue en Cali, pero se alejó del barrio El Retiro. Asegura que radicó una demanda ante la Fiscalía y que ahora anda con dos escoltas y que sigue entrenando para tratar de recuperar el título que dejó escapar en su primera defensa. 'Ahora el Estado me ha brindado protección, ando con dos escoltas. Decidí no volver a donde mi familia, pero los llamo todos los días, estoy entrenando fuerte para volver a retomar mi carrera', agregó el pegador caleño.

Barranquilla ha sido como un segundo hogar para Momo, pues fue en donde se formó y gracias a la empresa del fallecido promotor de boxeo Billy Chams tuvo la oportunidad de pelear por un título mundial. Pese a conocer que aún tenía enemigos en Cali, decidió volver, pues con el dinero que se ganó cuando fue campeón mundial compró una casa y lo que más deseaba era estar cerca de su familia. 'En Barranquilla siempre me han tratado bien, es como mi segundo hogar, pero compré casa en Cali para estar con mi familia. La empresa de Billy me ayudó mucho en lo deportivo, pero para estar con mi familia creo que ahí les faltó un poco de apoyo', afirmó Romero.

Jhonatan Romero Preciado en su más reciente visita a EL HERALDO, en donde contó apartes de su vida.

Jhonatan también se refirió a las diferencias que tuvo con su exentrenador, Orlando Pineda, con quien decidió no continuar, porque según él tuvieron algunas diferencias personales. A Momo no le gustaron algunos comentarios de Pineda después de perder el título y esto hizo que no siguiera con el entrenador cartagenero. 'El profesor Orlando Pineda fue una persona que me ayudó mucho en mi carrera, con él fui campeón del mundo, pero después de la primera defensa todo cambió. El profesor Pineda dijo que yo había perdido el título porque pasaba en Facebook, en Twitter y porque los medios de comunicación habían estado muy cerca al momento de la pelea. Pero acá la culpa es de los dos, en lo deportivo nos llevábamos muy bien, pero en los personal siempre teníamos muchos desacuerdos. Ahora sigo con la empresa de Billy, pero sin Pineda y en la búsqueda de un nuevo entrenador', explicó el pugilista vallecaucano.

A pesar de las amenazas Momo dice estar tranquilo, deja todo en manos de Dios y seguirá entrenándose para volver a retomar el fajón de campeón mundial. 'Mi padres están muy tristes porque ellos me han visto crecer. Le estoy pidiendo mucho a Dios. Estoy tranquilo, sé que Dios me tiene cosas grandes y no va a permitir que nada malo me suceda', contó Romero Preciado.

Por el momento, Momo entrena con los cubanos René Iznaga y Juan Carlos Ibáñez, con quienes espera recuperar su forma física y así no perder ritmo de competencia. La intención de Jhonatan es regresar en enero del próximo año para continuar con su preparación de cara a una nueva posibilidad de disputar una pelea por título mundial. 'Estoy entrenando todos los días, me levantó a la 6 de la mañana, después en la tarde regreso y así estoy poniéndome a tono. La idea es regresar a Barranquilla en enero para continuar con los trabajos. Quiero seguir entrenando fuertemente', sentenció el pugilista.

La violencia quiere noquear a Momo Romero, quien no está dispuesto a dejarse vencer por este rival, que volvió a subírsele al cuadrilátero, por eso, con gallardía y aferrado a Dios espera, conectar un golpe fulminante.