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En 1947 el Concurso Nacional de Literatura sorprendió al galardonar a la joven escritora Judith Porto de González por su cuento A caza de infieles. La autora nacida en Cartagena había participado bajo el seudónimo Carmen Mayo y daba a conocer así los inicios de lo que sería una fecunda trayectoria que se adentró en el cuento, el teatro, la historia y la promoción de espacios para la cultura y la enseñanza escolar.

Su muerte ocurrida en la madrugada de este miércoles deja una gran tristeza en el seno mismo de su ciudad de origen, a la que estaba ligada fuertemente en su cultura e historia.

'Significó mucho para el teatro y la literatura cartagenera, fue una de las escritoras que más se metió en el alma de los cartageneros y de la ciudad amurallada', dijo a EL HERALDO Joce Daniels, secretario de la Academia de Historia de Cartagena y autor de Cartagena de Indias en la Pluma de Judith Porto de González.

Desde joven la dramaturga y escritora recibió el apoyo de su padre (el liberal Ismael Porto Moreno) y de su madre (Margarita Calvo Martínez) en el camino a su profesionalización, así como el de escritoras contemporáneas como Meira DelMar, también amiga suya, o María Guerrero Palacio; en un tiempo en el que, como ella misma lo dijo, 'no había escritoras en Cartagena'.

También apoyada por su familia fue a estudiar violín en Nueva York, donde recorrió museos, galerías y óperas de la ciudad en compañía del pintor Enrique Grau, quien la retrató en varias ocasiones.

La casa de su infancia situada en la Calle de Baloco fue siempre la sede de la Extensión Cultural de Bolívar y actualmente es la Casa de la Cultura Judith Porto de González. Allí se llevan a cabo distintos eventos culturales, tal como ella quería.

Entre sus obras cabe mencionar La casa de don Benito, Pilares vacíos, Pasan los años de la tierra, Jacinto, Los artistas de mamá, A Caza de Infieles y otros cuentos, La Novia Prestada, La Maestra Nueva y Al Convento, entre otras.

De acuerdo con Joce Daniels, 'los cuentos de Judith Porto de González giran en torno a los hechos tradicionales de la azotea cartagenera, las brujas, los demonios y apariciones'.

El periodista y escritor Gustavo Tatis destaca que 'Judith Porto no quiso escribir una historia distinta a la del pasado de Cartagena. En sus cuentos aparecen los piratas, los bucaneros, las historias del Sitio de Morillo, las casas fantasmales del centro amurallado, con todas esas leyendas que hacen parte de la historia de la ciudad. Algunas tienen que ver con fantasmas o aparecidos de esas casas que tienen alrededor de 400 o 500 años, y en donde han vivido frailes, traficantes de esclavos, religiosos, militares. Cada casa tiene una historia en el tiempo, y ella escribió muchas historias que tienen que ver con ese pasado'.

La escritora cartagenera fue miembro de la Real Academia de la Lengua, de la Academia Nacional de la Historia, de la Academia Hispanoamericana de la Letras y de las academias de Historia de Cartagena, Mompox y Bogotá, así como también cónsul ad-honorem de Portugal.

Gracias a su ensayo Asaltos y sitios a Cartagena durante la Colonia, ingresó a la Academia de la Historia, en la que ocupó el cargo de presidenta.

Una de sus mayores obras es la Sociedad de Amor a Cartagena, que concibió 'para enseñar a leer y escribir a miles de cartageneros en zonas marginales y empobrecidas', y desde la que se fundaron más de 40 escuelas en la ciudad.

En sus últimos años Porto de González se dedicó a recibir clases de piano de la mano de la profesora Evaida de la Hoz.