El 31 de mayo pasado cerró la campaña #AdoptaUnaLibrería, la iniciativa que la Cámara Colombiana del Libro (Ccl), en alianza con el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), promocionó con el fin de beneficiar en la cuarentena a 47 librerías independientes del país y aportar al pago de nómina de alrededor de 180 libreros.
La campaña, que arrancó en abril y extendió su plazo inicial para recibir más aportes, reunió tan sólo 44 millones de pesos de los 400 que tenía como meta. A manera de reacción inmediata, el pasado 4 de junio lanzó la iniciativa #CompraEnLibrerías, 'una estrategia de promoción de las librerías colombianas, cuyo objetivo es propiciar y fortalecer la venta de libros a los lectores e instituciones por medio de la oferta bibliográfica, y su valor cultural y simbólico en cada uno de los territorios donde se encuentran', como comunicó la Ccl.
Dicha campaña, semejante a una feria virtual, tiene los objetivos de 'consolidar el directorio de librerías del país, difundir una campaña de sensibilización sobre la importancia de comprar libros en librerías y dar a conocer un calendario mensual con sus actividades'.
El propósito final, enmarcado en el proyecto Colombia Lee, es consolidar la creación de un directorio de librerías nacionales a las que los usuarios puedan acceder a través de sus respectivas páginas o la de la Cámara.
Para ello, las librerías beneficiadas se están preparando durante la cuarentena. 'De la mano de la ACLI [Asociación Colombiana de Libreros Independientes] y la Cámara, tanto las librerías independientes incluidas en la anterior campaña como otras que no lograron postularse, estamos recibiendo capacitación para la conversión digital. Hemos recibido orientación en el manejo de redes, en la importancia de un software de gestión para tramitar la compra de libros en línea', dijo Lina María Tapia Barrera, administradora de Libro Tinto, con sede en Montería, Córdoba.
En un reportaje anterior publicado por EL HERALDO sobre cómo el inicio de la cuarentena afectaba el negocio de las librerías independientes de la Costa, estas evidenciaban una situación incierta. Hoy sigue siéndolo, como para gran parte del comercio y las actividades culturales con demanda de público. Pero ahora la reapertura es inminente y van revelándose las consecuencias de la cuarentena.
'La campaña ha motivado la construcción de una red que afianza la colaboración entre las editoriales y librerías grandes y pequeñas', dice Tapia. En cuanto a lo recogido durante la campaña, adelantó que la próxima semana se reúnen con la Cámara para ver cuantas librerías optan por los recursos, o si los distribuyen por número de empleados o en partes iguales.