El retrato innovador y profundamente personal de Sam Mendes sobre la I Guerra Mundial, titulado 1917, ha entrado en el radar de los premios Oscar después de su sorpresivo triunfo en los Globos de Oro.
La película está inspirada en las historias que su abuelo, que sirvió al ejército británico, le contó.
La trama sigue a dos soldados británicos en una peligrosa misión a través de tierra de nadie, en la que, enfrentando una muerte casi segura, deben entregar un mensaje vital que ordena que se aborte un calamitoso ataque planeado en líneas alemanas.
La película ganó el domingo el premio al mejor drama, el más prestigioso de los Globos, así como el de mejor director para Mendes, superando a los favoritos Martin Scorsese (El irlandés) y Quentin Tarantino (Había una vez en Hollywood).
'Fue el más grande trabajo en equipo más grande de todos los tiempos', dijo el coprotagonista del filme, George MacKay, momentos después de que se anunciara el primer premio, que recibió 'emocionado, realmente emocionado'.
Memoria muscular. En un experimento cinematográfico radical, Mendes y el director de fotografía Roger Deakins deslizan la cámara desde las trincheras hasta campos de batalla llenos de cráteres en una ciudad francesa devastada, en lo que parece ser casi una toma continua que se extiende durante dos horas.
'Ellos nunca habían hecho una película en una toma continua. Ninguno de nosotros lo había hecho', dijo Dean-Charles Chapman, el otro actor principal de la cinta, en un evento en Beverly Hills organizado por la Bafta, la academia del cine británica.
Chapman y MacKay recordaron cómo ensayaron sus escenas durante meses, 'leyéndolas en un campo abierto', repitiendo movimientos y diálogos hasta que se convirtieron en memoria muscular.
A su alrededor, iba naciendo una réplica a escala real del campo de batalla.
'Íbamos caminando a través de estacas que colocamos en el suelo para marcar la pared, el comienzo, el final', recordó Chapman. 'Poco a poco el set se convertiría en una trinchera, luego ajustábamos el tamaño del set alrededor de la escena. Y así lo hacíamos con cada escena... tardamos seis meses en hacerlo'.
Héroes desconocidos. El audaz enfoque dio claramente sus frutos, pues la victoria en los Globos, que abren la temporada de premios de Hollywood, incrementa los chances de 1917 para el Oscar, el 9 de febrero.
Se espera que compita en las categorías de mejor película, mejor director y otras técnicas, aunque sus protagonistas, relativamente desconocidos, no aparecen en los pronósticos de los premios.
Mendes dijo que deliberadamente escogió actores que no eran 'grandes estrellas de cine' en un intento porque la audiencia empatizara con ellos y no pudiera adivinar si sobrevivirían.
'Tal vez ambos son asesinados, no lo sé. Mientras que si se trata de Leonardo DiCaprio, entonces quizás sepas que va a sobrevivir', dijo Mendes.
Chapman es más conocido por interpretar al joven rey Tommen Baratheon en Juego de Tronos, mientras que MacKay tuvo un papel secundario en la comedia de 2016 Capitán Fantástico.
1917 cuenta con estrellas británicas como Colin Firth, Benedict Cumberbatch y Andrew Scott, pero sus roles son secundarios.
Película personal. La base de la trama fue una historia particular que el abuelo de Mendes, Alfred, le contó sobre su servicio como mensajero en el Frente Occidental.
La complementó con otros relatos reales de la guerra tomados de cartas, diarios y otras investigaciones.
'Supongo que es más personal porque viene directamente de mí, aunque siento que nunca hice una película que no fuera personal en algún nivel', dijo Mendes.