Venecia se convirtió este sábado en Gotham City para la presentación de Joker, la película dedicada al acérrimo enemigo de Batman, uno de los 'malos' más populares del cine.
Dirigida por Todd Philips, la transformación del actor Joaquín Phoenix en el villano disfrazado de payaso en busca de redención, en competición en el festival de Venecia, ha desatado las apuestas, ya que algunos lo dan como seguro candidato a Oscar por su actuación o como mínimo a la Copa Volpi veneciana.
'Es inusual que una película de los grandes productores estadounidenses quiera competir en Venecia', comentó el director del festival veneciano, que en los últimos años ha servido de trampolín para obtener la codiciada estatuilla.
Críticas
Según los comentarios de los nueve mayores críticos de la prensa italiana, seleccionados por la publicación Ciak, el filme del Joker está entre los mejores después de Jaccuse de Roman Polanski, primero en la clasificación tras la proyección de ocho de las 21 cintas en competición.
La crítica del diario La Stampa, Fulvia Caprara, le otorgó el mayor puntaje así como el enviado del diario romano Il Messaggero.
Sin embargo, algunos medios temen que no sea el momento adecuado para narrar la historia oscura de un hombre blanco soltero, frustrado, consumido por la locura, que se convierte en criminal.
La obra de Todd Phillips podría servir de guía también para esos resentidos, simpatizante de los grupos supremacistas blancos, según los detractores.
Para Owen Gleiberman, de Variety, Phoenix es impresionante como enfermo mental convertido en payaso asesino y la cinta habla en realidad de 'los incels', los llamados célibes involuntarios, aislados y deprimidos, que terminan ideando tiroteos masivos llenos de odio.
Para Justin Chang de Los Angeles Times, el Joker de Phillips, ambientado en una decadente ciudad, podría convertirse en 'la mascota del movimiento incel'.