El director de cine mexicano Guillermo del Toro abrió este miércoles la exposición En casa con mis monstruos, en la que además de mostrar parte de su colección personal busca un diálogo con el público y los jóvenes creadores.
Después de abrir la muestra en la ciudad mexicana de Guadalajara, Del Toro explicó que llevar la exposición a su país es una forma de inspirar a las nuevas generaciones de artistas a los que ha buscado ayudar de diversas maneras como una forma de recalcar la importancia de la identidad.
'Era mi interés presentar esto como una opción muy dirigida a los jóvenes creadores, no es una museografía que aspire a consagrar o ensalzar, no, es un diálogo con los creadores jóvenes de México y buscando decir que lo que sea que te mueva es parte de tu historia y de esa biografía de imágenes y sensaciones', reveló.
Resultado de dos horribles años de trabajo con Eugenio Caballero, director de arte de la película Roma, la muestra reúne 950 esculturas, pinturas, grabados, libros, cómics, ropa y objetos de sus películas que han marcado su vida personal y creativa.
La muestra, que Del Toro la usa como una forma de volver a su raíz y afianzar su identidad, abrirá sus puertas al público el próximo 1 de junio y estará abierta hasta el 27 de octubre.
El cineasta eligió como sede el Museo de las Artes porque es el sitio más cercano a la casa en la que vivía con su abuela y a donde comenzó a interesarse por el estilo gótico de una iglesia cercana y porque en un viejo kiosco compraba los cómics que ahora son parte de la exposición.
'Se habla de identidad y mi identidad se forma en Guadalajara', señaló el director, ganador del Oscar por La forma del agua al explicar que la exposición está organizada temáticamente.
'No por cada película, no es filmografía, no es lo que tardé en hacerla, no hay ningún anecdotario, lo importante para mí es que la identidad narrativa se puede forjar por cosas completamente disímiles que hablan entre sí', expresó.
El Museo de las Artes se convirtió en una sede de la Bleak House, el espacio anexo a su casa en Los Ángeles donde Del Toro guarda una cuantiosa colección de piezas de todo tipo que cuida y limpia personalmente, y en donde suele trabajar los bocetos y guiones de los proyectos en los que participa, reveló.
Llegar a esta expo es como entrar a un mundo mágico. Decenas de ojos en movimiento observan a quien entra por el túnel que desemboca en la primera sala que abre con dos fotos que muestran a Guillermo niño, en una de ellas se le ve jugar con dientes de vampiro tratando de morder a su hermana.
Estas placas, junto con varias libretas de notas, fueron los únicos objetos que el realizador rescató de la Bleak House antes del incendio que acechó su casa en noviembre pasado y que provocó el retraso en la inauguración de la exposición.
En ocho salas Del Toro revela su pasión por el cine y la imagen, su obsesión con los personajes oscuros y monstruosos y la influencia de autores como el mexicano Juan Rulfo y al estadounidense Howard Phillipes Lovecraft, a quien rinde homenaje.
Del Toro anunció que lo recaudado por la entrada a la exposición será destinado a las becas que ofrece a jóvenes cineastas y animadores y que algunas piezas serán donadas a cuatro museos con la intención de exponerlas de manera permanente y que el público pueda tener acceso a ellas.