Casi todos nacieron en los años 80 y sus filmes han sido recompensados en múltiples festivales. Los jóvenes talentos del cine colombiano proponen una nueva mirada sobre su país y emergen con fuerza en el panorama internacional.
Ciro Guerra, César Acevedo, Óscar Ruiz Navia, Juan Sebastián Mesa y Laura Mora son algunos de los nombres que cada vez suenan más en los certámenes de cine, recabando nominaciones y premios.
Entre ellos, Guerra es el que tiene más proyección internacional, tras conseguir que su filme ambientado en la Amazonía El abrazo de la serpiente figurara el año pasado entre los nominados a los Óscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa.
A pesar de que cada uno tiene su propio estilo, César Acevedo, autor de La tierra y la sombra, considera que 'lo que nos une es que todos estamos construyendo una mirada, como empezando a buscar nuestra propia forma de narrar, de contar'.
'Somos un grupo que se ha planteado búsquedas interesantes a través de estas películas', asegura a la AFP el ganador de la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en Cannes 2015.
Nuevas historias
Estos jóvenes cineastas reivindican una nueva forma de mostrar la realidad colombiana, con películas no siempre centradas en el narcotráfico y el conflicto armado, los dos grandes temas con los que se suele asociar al país.
'La violencia no deja de estar, aunque sea de una forma indirecta. Es algo que nos marca como colombianos. Pero sí que hay una necesidad de explorar otras narrativas y otros tipos de historias, un poco más cotidianas', señala Juan Sebastián Mesa, cuya película Los Nadie, premiada en Venecia, hace un retrato de la juventud rebelde de Medellín.
En alusión al histórico acuerdo de paz firmado el año pasado que significó el desarme y la transformación en partido de la exguerrilla Fars, Acevedo se muestra optimista: 'Estamos viviendo un momento muy importante, con mucha esperanza'. 'Hay mucha luz en estos momentos y esto va a dar paso a nuevas historias', confía este caleño de 30 años.
Para Mesa, 28 años, la compleja situación que atraviesa el país merece ser contada a través de múltiples ángulos. 'La violencia no es que se haya acabado por un acuerdo de paz, sino que muta y que ha mutado durante mucho tiempo. Es importante ir narrándola desde varios puntos de vista', reitera.
La ley de cine
El hecho de que estos nuevos cineastas estén cada vez más presentes en el plano internacional es posible, en parte, al aumento notable del número de películas nacionales.
Se ha pasado de producir siete filmes en 2002 a 47, en 2016, según datos del anuario estadístico de cine colombiano. 'En la actualidad, el país pasa por los mejores momentos de la historia del cine nacional', reza el documento.
Esta aceleración en la producción es fruto de la Ley 814 de 2003, conocida como la ‘Ley de cine’, que principalmente a través de estímulos tributarios y un impuesto a las taquillas de cine ha inyectado financiación a la industria cinematográfica.
'Este fondo ha ido creciendo y le ha permitido al sector irrigarse en todas las áreas para generar una producción estable y constante', indica Lina Sánchez, ejecutiva de promoción en Proimágenes Colombia.
Además, 'este sistema permite que una película se estrene en un festival internacional y que (los cineastas) tengan la oportunidad de asistir a los festivales, a los mercados', agrega. 'Los realizadores están mucho más expuestos a nivel internacional'.
Es el caso de siete de estos nuevos realizadores, que protagonizan en la emblemática Cinemateca francesa el ciclo 'Cine colombiano, ayer, hoy y mañana'.
Hasta el 10 de diciembre, la retrospectiva proyectará películas actuales junto a filmes destacados de la cinematografía colombiana, elegidos justamente por estos jóvenes cineastas, como La vendedora de rosas o Cóndores no entierran todos los días.