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Las autoridades noruegas iniciaron este lunes la operación de desmontaje y traslado de dos murales diseñados por Pablo Picasso de un histórico edificio de Oslo, que fue objeto de un atentado en 2011 y que será derribado tras siete años de protestas, recursos y demandas judiciales.

Operarios de la Dirección General de Obras Públicas (Statsbygg) despegaron de la fachada del Bloque Y 'Los pescadores', y de su interior, 'La gaviota', en una operación que finalizará el viernes con su traslado a una zona próxima en la que serán conservados hasta 2025, cuando esté listo el nuevo complejo gubernamental.

Ambas obras, que pasarán a ser integradas en un nuevo edificio, son fruto de la colaboración entre Picasso, autor del diseño, y el noruego Carl Nesjar, hechos ambos con la técnica de chorro de arena y los primeros murales monumentales ideados por el artista español.

Picasso y Nesjar idearon tres obras más que adornan otro edificio del complejo y los murales del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC).

Atentado del ultraderechista Breivik

El complejo gubernamental sufrió un atentado con bomba realizado por el ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, que mató a 8 personas y luego cometió una masacre en el campamento de las Juventudes Laboristas en la isla de Utøya, con 69 muertos.

El Gobierno noruego decidió en 2013 derribar todo el conjunto, pero las críticas hicieron que un año después accediera a conservar el edificio principal, no el Bloque Y, a pesar de que este apenas sufrió daños.

Varios organismos y personalidades de la cultura noruega han protestado, con apoyo de organizaciones internacionales como la UNESCO y una iniciativa ciudadana, por lo que consideran un atentado contra la historia nacional y la ruptura de una unidad artística, ya que los murales fueron diseñados para un conjunto concreto.

En los últimos años ha habido recursos administrativos por fallos en el proceso, pero distintas instancias los rechazaron, a pesar de instar al Gobierno a recapacitar, por un motivo: el proyecto es legal porque se basa en un plan que solo contempla el derribo.

El Gobierno apela a temas de seguridad, porque bajo el Bloque Y pasa una circunvalación, y a que aplazar el derribo aumentaría un presupuesto ya disparado; los críticos resaltan que el edificio es anterior al vial y que hay soluciones técnicas, además de que mantenerlo y reducir el área total del complejo sería más barato.

El traslado de los murales ha comenzado mientras está pendiente de resolverse una demanda presentada contra el Gobierno por las familias de Nesjar y de Erling Viksjø, el arquitecto del edificio, junto con el Grupo de apoyo para conservar el Bloque Y.

Los demandantes señalan que Viksjø y Nesjar deben ser considerados coautores intelectuales de la obra, no sólo Picasso, por lo que no se pueden trasladar los murales sin su permiso.