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La catedral Notre Dame de París vivirá a partir de este lunes la última fase de la delicada operación destinada a desmontar el andamiaje instalado para restaurar la aguja cuando se produjo el incendio del 15 de abril de 2019 que provocó su hundimiento y el de una parte importante de la techumbre.

El organismo público encargado de la reconstrucción de Notre Dame anunció este domingo el comienzo de esa operación en un comunicado en el que recordó que ese armazón 'resistió al hundimiento de la aguja pero quedó deformado por el calor del incendio'.

Dos equipos se sucederán para serrar los tubos metálicos que se fundieron y que serán retirados gracias a una gran grúa que está montada desde diciembre del pasado año. Ese trabajo se prolongará todo el verano.

El andamiaje, que pesa 200 toneladas, está compuesto de 40.000 piezas, la mitad de las cuales se encuentran a más de 40 metros de altura.

En los últimos meses se tuvo que consolidar con unas vigas metálicas en tres niveles para estabilizarlo y evitar el riesgo de que se viniera abajo. Para eso, se instaló un segundo andamiaje que permitirá llevar a cabo la operación.

La crisis del coronavirus obligó a suspender las obras, que se han reanudado desde finales de abril. Eso, y algunos retrasos que ya se habían acumulado antes hacen más difícil cumplir el objetivo que se marcó el presidente francés, Emmanuel Macron, para que Notre Dame sea reconstruida en cinco años.

La plaza de la catedral, que había estado cerrada al público desde el incendio, reabrió el pasado 31 de mayo.