Durante los últimos tres días, desde la noche del viernes 19 de enero, las calles patrimoniales y escarpadas de Jericó fueron el escenario por el que transitaron miles de personas que lograron compartir historias, imaginar otros mundos, llenarse del espíritu de las tradiciones del Suroeste de Antioquia y de la mirada global que se nutre de nuevas conversaciones.
Este año la participación aumentó en un 30 %, con más de 13.000 asistentes. Creció también el número de actividades realizadas en el marco del #HayJericó24 y la dinamización económica del municipio y de la región, en cuanto a ocupación hotelera y sector turístico y gastronómico.
Un total de 48 escritores de todo el mundo acompañaron a los asistentes para develar sus procesos creativos y narrativos, contar sobre sus más recientes obras y procesos de investigación, y estimular el acercamiento a historias que atraviesan el pasado e imaginan el futuro.
Así, por ejemplo, el filósofo colombiano Roberto Palacio conversó con la escritora Adriana Villegas sobre su más reciente libro El pensamiento en la era de la ansiedad (2023), donde analiza el vértigo de los tiempos modernos: 'una de nuestras condenas es la presión de ser felices todo el tiempo. Una cultura que no permite la nostalgia es una cultura agotadora'.
De igual forma, maravilló a los asistentes Eliane Brum, documentalista brasileña, quien, a partir de su experiencia de vida en Altamira en la Amazonía de Brasil, invitó a repensar el lenguaje con conceptos como forestarse y reflexionó sobre las ciudades y las periferias de nuestras sociedades, en un llamado a encontrar los lugares de belleza, de delicadeza, a interrelacionarnos y a luchar por los lugares de la vida y la expresión de la naturaleza, donde habitan los valores que deberían estar en nuestros centros.
En otro escenario se preguntó sobre cómo rescatar la memoria de un territorio a través de la literatura. La respuesta estuvo en la conversación con Selva Almada, escritora argentina que nos reveló cómo el lenguaje de su pueblo, sus tías, abuelas, los paisajes y ríos hacen parte de esa oralidad que atesoran la memoria e identidad de su tierra.
La española Irene Solà habló sobre el folclor y las leyendas como elementos centrales en su obra, donde los fantasmas son criaturas relacionadas con el recuerdo, con la memoria y con el olvido.
Por otro lado, la pianista colombiana Teresita Gómez nos conectó con su sensibilidad y la pureza de estas palabras: 'cuando uno tiene que afrontar cosas solo, necesita fortaleza espiritual y esa fortaleza la da el silencio, sentarse y mirarse a uno mismo'.
La música también tuvo un lugar protagónico en el Parque principal de Jericó, donde el ensamble de la Orquesta Filarmónica de Medellín y La Toma hizo vibrar el viernes 19 de enero a más 1.500 de personas, entre instrumentos clásicos y una mezcla de géneros tropicales y rock. El sábado 20 disfrutaron del conversatorio y concierto de los Hermanos Aicardi, quienes propiciaron el baile a ritmo de cumbia, baladas y boleros a todo el parque principal de Jericó y sus calles aledañas.
Finalmente, esta edición contó con un nuevo formato de encuentro: Café con, espacios en los que las familias de Jericó recibieron en sus casas a algunos de los escritores posibilitando una charla íntima.
Así mismo, el #HayJericó24 acogió por primera vez el Jardín de las ideas, una plataforma creada por la Red de jóvenes del Cartama y Comfama para la presentación de inquietudes, anhelos, deseos, reflexiones y temas de interés para la comunidad entre los 14 y 28 años.
'Estamos encantados con el Hay Festival en Jericó. Cada año se consolida más como una oportunidad para hablar desde aquí, desde un pueblo rural muy rico en cultura, de temas que atraviesan la naturaleza y ecología, la sostenibilidad y las diferentes formas de entender el crecimiento, de ese gran eje y tensión que existe entre el mundo rural y lo urbano, y de celebrar saberes tradicionales y autores vanguardistas a la vez. En esta edición 2024 estamos muy contentos de ver cómo cada vez más gente se reúne a celebrar el poder de las palabras para estimular, agitar, unir, deleitar e inspirar', dijo Cristina Fuentes, directora Internacional del Hay Festival.
'Por sexta vez nos encontramos en un festival que celebra todo lo que hace bella la vida: leer, escuchar, caminar, contemplar, bailar, imaginar el mundo en compañía. Con cada año de festival buscamos expandir nuestra conexión con los jericoanos y sus organizaciones, jóvenes y emprendedores, así como con toda la región del Suroeste, en la que acompañamos y potenciamos a más de 41.007 trabajadores y sus familias, de la mano de las más de 1.176 empresas afiliadas. Nuevamente reafirmamos la potencia de la cultura para congregarnos, cualificar nuestras preguntas, nutrir nuestras búsquedas, mostrarnos futuros posibles e impulsar, con amor y compromiso, el desarrollo regional', señaló por su parte David Escobar, director de Comfama.