La sencillez y calidad humana han sido claves para servirle a la comunidad ante cualquier circunstancia. Las ganas de ver un mundo mejor han llevado a Sebastián Guzmán a convertirse en un valiente que atesora su cultura y le da voz a quienes no tienen.
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Su altruismo ha impactado principalmente a decenas de niños, jóvenes, madres cabeza de hogar y adultos mayores en distintos frentes. Nunca se queda quieto, es alegre, bailarín, amante al Carnaval y siempre presto a regalarle una sonrisa a quien se le acerque.
A sus 61 años, Sebastián conoce muy bien las dos caras del Carnaval. Ha estado al frente de grupos logísticos, siendo chaperón de los reyes Momos del momento, organizador de eventos, difusor y actualmente vive la fiesta más importante del país desde el escenario.
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