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La música que viene de Karnivale es una ‘oda’ a las vidas pasadas, a los ritmos del Caribe y al corazón de su propia fiesta, un fuego que se enciende en su propuesta titulada El llamado, un EP guiado por voces y rituales ancestrales que invitan a celebrar la vida en su más libre e íntima aventura.

El llamado, que se presenta mañana, a partir de las 9 p.m. en un concierto en Cantagallo (carrera 51 #76-115), es el primer EP de esta banda barranquillera que fusiona los ritmos autóctonos de la región con crescendos de poderosos acordes traídos del rock. Es así como Karnivale ofrece un sonido propio que consagra su proyecto como uno de los más originales de la escena alternativa de Barranquilla.

'Es una combinación armoniosa y equilibrada entre folclor y rock. Tiene desde distorsiones de guitarra eléctrica hasta tambora y alegres tocando cumbia y bullerengue', explica la vocalista Lizeth Medina.

En total son cinco canciones, una de ellas un instrumental, que captan lo más profundo de la esencia Karnivale y en la que participan artistas locales como Papayebrass, Gonzalo Prieto (Colectro) y la cantante Lina Rojas, para recordar que el ‘Karnaval’ es una fiesta de todos.

'Este es un llamado a la gente para mostrarle que el Carnaval de Barranquilla es mucho más de lo que conocen. Un tributo a esta fiesta, pero a nuestra manera', dice Luis Eugenio ‘Geño’ García, bajista y líder de la agrupación.

La banda está integrada por Lizeth Medina (vocalista), José Martínez (percusión), Juan Camilo Bertel (batería), Christian Juliao (guitarra) y Luis Eugenio García (bajo).

Canto a las raíces

En su primer single Negruras–estrenado en septiembre–, la tambora enciende un mapalé que se baila entre la guitarra eléctrica, la batería y los sintetizadores. Un canto a la libertad, una invitación a 'romper las cadenas que ataron mi cuerpo', tal como reza uno de los versos de la canción.

Puya Dolorosa, segundo sencillo– lanzado en noviembre–, es un ‘hechizo’ a través de una puya fusionada con rock y el sonido de los sintetizadores, una canción que hace un homenaje a las leyendas de los pueblos caribeños.

Además, El llamado está compuesto por un instrumental con el mismo nombre, que recoge elementos de todas las canciones; Al ritmo del tambor, una propuesta bailable que consideran más 'mainstream' y Bullerengue, un tema envuelto en una atmósfera nostálgica donde danza la cumbia.