El desgastado suelo de madera de esta emblemática pista de baile de Berlín ha resistido a todo: la llegada del tango en Alemania en 1913, los bailes para las viudas de la guerra, la pasión por la música cubana prohibida por los nazis, el swing y hasta la Macarena.
Bienvenidos al Clarchens Ballhaus y a sus 106 años de existencia. Pero el futuro de esta venerada institución, famosa sobre todo por su té bailante el domingo por la tarde, parece incierto.
El 1 de enero, después de una última víspera de Año Nuevo, la sala de baile cerrará sus puertas para una 'renovación completa' por un tiempo indeterminado.
Los dos gerentes, al mando del Clarchens Ballhaus desde hace 15 años, fueron despedidos, al igual que todo el personal. 'Tenemos que hacer obras de renovación en dos fases. En primer lugar, es necesario renovar completamente el sistema de detección de incendios', explica Yoram Roth, que adquirió el Clarchens Ballhaus hace un año. 'A continuación, intervendrán otras obras cuya duración no se puede determinar. Mi objetivo es proteger el Clarchens Ballhaus', asegura este inversor berlinés, que posee galerías de fotos y restaurantes en Nueva York y Copenhague.
Lugar popular
Pero los bailarines incondicionales temen una transformación 'de este lugar popular y accesible a todos en un lugar elegante' para clientes afortunados, afirma Marion Kiesow, que frecuenta el lugar desde hace años y escribió un libro sobre el Clarchens Ballhaus. 'No puedo creer que el salón de baile y su restaurante van a cerrar por un período indefinido', prosigue.
Durante la última década, la zona circundante, en el corazón histórico de Berlín, interesa a inversores tentados por el auge del mercado inmobiliario berlinés. Galerías de arte, restaurante galardonado con estrellas Michelin y lofts se suceden en los alrededores y el Clarchens Ballhaus, con su fachada decatada, es ahora una excepción.
En la larga lista de lugares amenazados aparece también el KitKatClub, conocido en todo el mundo por sus noches de cuero y látex, donde se mezclan baile y
Sexo
El contrato de arrendamiento se canceló y el club, fundado en 1994, cerrará sus puertas en el verano de 2020 o tendrá que buscar un nuevo local.
'Pocas ciudades del mundo tienen una tradición tan rica de vida nocturna desvirtuada y experimental', juzga uno de los diarios de la capital, el Tagesspiegel.
Quentin Tarantino. La sala de baile del Clarchens Ballhaus, abierta bajo el emperador Guillermo II el 13 de septiembre de 1913, sobrevivió a dos Guerras Mundiales y a la caída del Muro de Berlín. Fue filmada por Quentin Tarantino ('Inglorious Bastards') y recibió la visita de los esposos principescos británicos Catalina y Guillermo en 2017.
El nuevo propietario quiere alquilar esta joya para eventos privados como fiestas de empresa o bodas. En verano, el Clarchens Ballhaus luce como una guingueta con sus farolillos y sus mesas instaladas en el patio.