Compartir:

El artista plástico, quien prefería ser llamado por su nombre artístico Haime Correa, fue docente de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico durante 25 años, luego de regresar de Oxford, Inglaterra, donde se formó en la Ruskin School of Drawing and Fine Art.

Antes de conseguir ser nombrado en la Universidad del Atlántico, el artista plástico había suspendido su carrera artística para dedicarse a las labores del campo. Posteriormente, se dedicó a crear obras que fueron muy bien aceptadas en diferentes galerías de países como España, Italia, Estados Unidos, entre otros.

'Pese a que era un hombre muy tímido, cuando entraba en confianza, uno se daba cuenta que era un persona muy culta', manifiesta Raúl Correa, su hermano menor, con quien vivió los últimos años de su vida.

Su sobrino Carlos Pinedo Álvarez manifiesta que fue uno de los artistas que más vendió en Barranquilla y que en su momento fue uno de los protegidos de Jairo Quintero, director de la Galería Quintero, una de las principales plataformas de exposición de la ciudad en una época dorada del arte.

Hasta el último momento, Haime estuvo dando rienda a suelta a la creatividad que le caracterizaba, según manifiesta su sobrino Carlos. Cajas Desarmadas es el nombre la última serie de esculturas en las que se encontraba trabajando. Se trata de unos ensamblajes que hacían alusión al cambio climático. Inicialmente la obra, estuvo en el Museo Bolivariano de Santa Marta, y actualmente, Correa estaba engrandeciendo su obra, que ya se encuentra constituida por 20 cajas.

'Mi hermano tenía varias facetas, pintaba al óleo, también al carboncillo, tenía mucha creatividad y sensibilidad. Siempre hacía retratos con mucha nitidez', manifiesta Raúl Correa.

Obras

Es el autor de la escultura ubicada en Ciénaga que fue dedicada a ‘Tomasita’ y también, el creador de la obra que está en la ciudad de Barranquilla llamada ‘Homenaje a Hoilbein’, hecha en material de fibra de vidrio, según manifiesta Joaquín Armenta, gran amigo del artista, quien tuvo esta última escultura durante varios días en su casa, antes de ser ubicada en el Parque los Fundadores.

Armenta, además de ser su amigo, era un gran admirador de su obra. 'Tuve el honor de hacerle los juicios críticos de varias tarjetas de presentación para algunas de sus exposiciones', recuerda Joaquín mientras habla de otras creaciones del cienaguero, especialmente, una que hizo en homenaje a Santa Teresa de Jesús, en tamaño natural y que luego colgó en una galería con 60 lirios alrededor.

'Haime era muy riguroso, metódico, perfeccionista, dedicado y consagrado a su arte. Era un dibujante excelso con una pulcritud impresionante, también era un gran pintor surrealista', concluye su gran amigo, que hoy lo recuerda con mucho cariño.

Este martes serán sus exequias, a partir de las 5:00 p.m., en las instalaciones de Jardines de la Eternidad, lugar en el que se despedirá al artista plástico que aportó al crecimiento artístico de muchos jóvenes en la ciudad.