'Bastó que los primeros viajeros bajaran sus maletas para que empezara la ebullición urbana. Imaginemos los gritos que avivaban la confusión de aquí para allá'. La provocación hace parte de uno de los discursos del filósofo, exrector de la Universidad del Norte, Jesús Ferro Bayona. Esas palabras evocadoras fueron pronunciadas a principios de este año, en la inauguración del Carnaval de las Artes que se celebró en Barranquilla. Ferro hablaba del Caribe como gran patria cultural e instaba a los asistentes a escuchar las supuestas voces de los inventores, empresarios, arquitectos e intelectuales que llegaron en aquella época.
'Lo que sí es seguro, a juzgar por los recientes descubrimientos, es que entre tantas demandas de un reconocimiento pluriétnico habría estado la voz de un campesino, medio indígena y medio español, que también participaba en la creación de una nueva ciudad', decía Ferro.
Como esa, existen un sinnúmero de apuntes y de reflexiones que durante su vida y obra han construido la mirada de un alumno, lector y pensador, quien durante 38 años asumió la rectoría de la Uninorte.
El libro Palabras que transforman recoge las disertaciones hechas por Ferro entre 1998 y 2018. La obra fue presentada este jueves, en un conversatorio con la jefe de redacción de EL HERALDO y editora Rosario Borrero, en el Salón Álvaro Cepeda Samudio de la Feria Internacional del Libro, Libraq, que se lleva a cabo durante esta semana en Barranquilla.
La obra es el fruto de una revisión sobre 205 textos oficiales, entre los que se cuentan discursos de bienvenidas en inicios de semestre, ceremonias de grado, jornadas de evaluación institucional, entregas de becas, instalaciones de cátedras internacionales, inauguración de espacios físicos, reconocimientos recibidos y entregados, foros, congresos, conferencias, encuentros y acontecimientos.
Al final fueron seleccionados 104 discursos, agrupados por afinidad temática y complementados por una seria de fotografías que ilustran distintos momentos en los que el rector intervino. Durante el encuentro de ayer, Ferro y Borrero dialogaron sobre eso que ahora está escrito: el pensamiento del educador, la Barranquilla querida, la cultura, medio y sociedad y la gestión del conocimiento, por mencionar algunos temas.
'Estoy muy contento. Uno tiene el corazón pleno cuando siente que ha hecho lo que debió (...) No ser rector me ha dado más tiempo para leer y escribir los libros que tenía en reserva. Tener tiempo para uno mismo es importante para pensar y darle vuelta a las cosas', fueron las primeras palabras de Ferro.
El exrector se refirió además sobre la felicidad que da la educación autodidacta, pues para él, los estudiantes deben estudiar lo que les guste y que los haga sentir 'más auténticos', por lo que recordó sus épocas de estudio cuando, de vez en cuando, se escapaba de clase para leer los pensamientos de filósofos modernos.
'Dentro de cada carrera es importante que no solo se estudie lo formal. Por ejemplo, el ingeniero que estudie cálculo pero que también se dé gusto como hacen algunos de mis estudiantes que estudian ingeniería pero que también quieren aprender de historia', expresó Ferro.
Sobre Barranquilla, fue enfático en decir que espera 'todo de ella'. Así como se cultivan las flores o los árboles, Ferro animó a que los barranquilleros cultiven su espíritu, porque como él mismo lo hizo, 'podemos dejarle palabras, cultura'.
'Podemos dejarle lo inmaterial, lo material no se va con nosotros. A eso le debe apostar la ciudad, a lo que verdaderamente forma el espíritu, porque lo que la gente quiere es vivir más, pero vivir más el fondo de sí mismo, más autónomamente y no dependiendo de las cosas externas', dijo Ferro.