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El buen hijo vuelve a casa, y en esta oportunidad Carlos Arcieri, el mejor luthier del mundo, regresa a su tierra natal para recibir de parte de la Alcaldía la medalla Ciudad de Barranquilla, en categoría plata, grado Caballero por su exitosa carrera profesional, dejando en alto el nombre de la ciudad y el país.

La condecoración se realizará este viernes 17 de agosto en la antigua Intendencia Fluvial, calle 30 # 46 – 10, a las 10:00 a.m.

Para la Alcaldía de Barranquilla y la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo es un honor poder recibir a Carlos Arcieri, de 73 años y quien lleva más de 5 décadas viviendo en el exterior, y poder exaltarlo por todo su trabajo y sacrificio, el cual lo ha llevado a ser reconocido mundialmente como el mejor luthier.

Los luthiers son aquellas personas que construyen, ajustan o reparan instrumentos de cuerda, como violines, guitarras o contrabajos. Arcieri, graduado de pintura en Bellas Artes, se fue en 1967 a Nueva York a cumplir su sueño de ser el mejor pintor del mundo, sin embargo este se distorsionó un poco en el camino.

Vendió algunas obras, y contó con la suerte de que uno de sus compradores lo llevó a la Casa Rembert Wurlitzer, donde conoció a Simón Saconni, el mejor luthier del siglo XX, y con quien entabló una gran amistad, aprendiendo así la técnica de la reparación de instrumentos, una que estaba en su sangre ya que su abuelo Vicenzo, que llegó a Puerto Colombia procedente de Calabria, Italia, era músico y venía de una región reconocida por tener a los más finos ebanistas y mejores talladores de Europa.

Arcieri aprendió del mejor y de a poco fue dejando la pintura, hasta que Saconni murió y la Casa Rembert Wurlitzer cerró. En ese momento el barranquillero, que ya era muy reconocido en el gremio, abrió su taller, y los clientes de su maestro se fueron con él.

De ahí en adelante, Arcieri Ripoll ha arreglado instrumentos fabricados por grandes artistas como Stradivari, Amati, Guarneri, Guadagnini, Vuillaume o Ruggeri. Szymon Goldberg, Pinchas Zuckerman, Tossy Spivakovsky y Yo Yo Ma, por mencionar solo algunos, han sido sus clientes.

Sin embargo, su momento cumbre llegó en el 2012, cuando fue elegido por la Familia Real de España para restaurar un violoncelo del Palacio Real, que había sido fracturado el año pasado en una sesión de fotos.

Este violoncelo está avaluado en 25 millones de dólares y hace parte de la colección Stradivarius Palatinos fabricadas por Antonio Stradivari alrededor del año 1700 como un obsequio para Carlos II, pero se lo ofreció luego en 1702 a Felipe V. Está compuesta por dos violines, una viola y un violoncelo decorados.

Entre todos los luthiers del mundo, Arcieri fue escogido para trabajar en el Palacio Real y reparar este violoncelo, algo que hizo a la perfección, dejando encantados a todos y que evidenció porque lo reconocen como el mejor en su profesión.

Gracias a todo su esfuerzo, dedicación y trabajo, Carlos Arcieri Ripoll ha logrado una carrera brillante, dejando en alto el nombre de Colombia, y es por eso que la Alcaldía de Barranquilla lo quiere reconocer.