Sobre unos pedestales blancos se acuestan varias estructuras de madera vieja. En realidad no son tan blancos porque están manchados, sucios por las huellas del uso y desuso al que han sido sometidos (quién sabe por cuánto tiempo). Son imperfectos, están tocados, disparejos y movidos. Invaden el Museo de Arte Moderno de Barranquilla y después de haber sido olvidados, son protagonistas de una instalación que explora el orden interno de lo complejo.
Algunos collages y demás es la exposición del artista caleño Danilo Dueñas que se inaugura este viernes, a partir de las 7 p.m., en el Mamb. Una obra de corte abstracto, minimalista y constructivista, impulsada por la cualidad experimental. Son en total 44 piezas que bordean lo que Dueñas define como 'la arquitectura del lugar'.
Para la muestra, el artista explora el escenario de exhibición, busca objetos honestos, capaces de contar una historia y los incorpora en su obra, invadiendo así el espacio. Por eso incluye los pedestales sucios o la madera rugosa y por eso cuelga sobre la pared el asiento de un sillón viejo que encontró en el centro de Barranquilla, justo en la calle 30.
Por eso también ve 'precioso' la integración y convergencia de los objetos con sus pinturas, por lo que su muestra se convierte en escultórica, en un juego de elementos tridimensionales, en collages y mucho más.
'Es un encuentro con la fragilidad dentro de la dignidad. Me inquieta poder decir algo con partes de la vida humana. Hablamos de una segunda vida, pero no es eso, es deleitarse en el encuentro con ese objeto, con la vida de algo que es tan humano'.
Volvemos al ejemplo del sillón hallado en las calles polvorientas y, en su mayoría, hediondas de Barranquillita. Dueñas ve una 'belleza' en las escenas más comunes de este mercado público. Dice que le recuerda a los pueblos del Medioevo: la forma cómo se pregona el comercio, el trabajo de los hombres y el cómo abrazan la madera. Y esa madera, la que está sobre los pedestales, crea un dinamismo visual por su especial inclinación. Eso recuerda al arte de los brasileros Hélio Oiticica y Hércules Barsotti, que con sus trazos y apuestas exploraron profundamente la geometría radical y los modos sistemáticos de trabajo a lo largo de la década del 50.
La exposición estará abierta al público hasta el 31 de agosto, según considera Dueñas, para reflexionar sobre los objetos y espacios, el collage y mucho más. Una muestra marcada por la experimentación, la composición y el azar.