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'¡Haber nacido para vivir de nuestra muerte!' escribió Vallejo en su poema Y si después de tantas palabras…, el mismo en el que al principio declaró '¡Y si después de tantas palabras, no sobrevive la palabra!'.

Por fortuna, el poeta se equivocó y sí han sobrevivido las letras, sobre todo las suyas.

César Vallejo nació en Santiago de Chuco, Perú, en 1892. Es una de las figuras más relevantes de la lírica hispanoamericana del siglo XX.

La poesía de Vallejo se caracterizaba por ser independiente de las influencias de su época. Su ideología estuvo enmarcada dentro del marxismo, manteniéndolo como una postura muy personal que confluía con sus preocupaciones religiosas y estéticas.

Un rasgo de su personalidad que se hace evidente en su obra es su marcada sensibilidad ante el dolor, tanto propio como de los demás. Su lírica se compone por cuatro poemarios, dos de ellos publicaciones póstumas. Aunque parte de su poesía se inicia en el Modernismo, desde su primera publicación, Los heraldos negros (1918), ya hay señales de superación de ese movimiento.

Su segundo libro, Trilce (1922), es considerado uno de los títulos claves de la poesía de vanguardia. En él, Vallejo asume el verso libre y rompe con violencia las formas tradicionales, la lógica y la sintaxis, llegando incluso a crear palabras nuevas, como la que da nombre a la obra.

Después de su muerte vino la publicación de Poemas humanos (1939) y España, aparta de mí este cáliz (1940), su visión poética frente a la guerra de España.

Hoy, que se cumplen 79 años de su muerte, hacemos un listado con veinte de sus poemas para recordarlo y hacer que sus letras vivan.