La fiesta nocturna que invita al vino, al romance, la ciudad y sus luces, el Martini, es la musa constante del barranquillero Ronald Hernández. Cuatro años después de su primera exposición en su ciudad natal, bastante ha cambiado la forma, pero no el contenido de su obra. 'Siempre pinto la noche', asegura rotundo en la sala permanente de exposición que acaba de abrir en la calle 94 N°52B-34.
Los trazos y las líneas evolucionaron desde que su trabajo era influenciado por los profesores que tuvo hasta que logró, sin el influjo ajeno, encontrar un camino propio entre personajes amorfos, 'que no tienen un canon, que no guardan una regla'.

La muestra incluye cuadros y lámparas.
Impresionismo Pop es el nombre de la muestra que recién ha colgado en Barranquilla, compuesta por 18 piezas pintadas en la técnica de acrílico sobre lienzo, influenciado por el manejo del color del francés Pierre-Auguste
Renoir, y la estética cromática que le enseñó el cartagenero Joaquín McCausland.
Durante los cuatro años de ausencia barranquillera, Hernández se encargó de mostrar su arte en espacios como Congreso de la República y la Galería Kálida, en Bogotá.
Ahora regresa de manera definitiva, y con una Mona Lisa reinterpretada que irrumpe en la línea temática de la muestra. Siendo la obra más famosa del mundo, el artista sentía la necesidad de trabajarla desde su propia perspectiva. Vistió de morado y fucsia a la verde armonía de Da Vinci.